VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Vamos a contar mentiras (sanitarias)… tralará, por Víctor J. Hernández Bru.
Te quieren volver a engañar. Te llevan engañando toda la vida, pero no se cansan. Incluso no se cansan cuando es evidente que la trola no cuela. Pero es que no están acostumbrados a otra cosa. Te hablo, obviamente, de la izquierda, esa izquierda que cada vez que ha ‘tocado pelo’ no ha parado de arruinar este país y la institución de que se trate.
Llevan toda la vida dándose golpes en el pecho de los servicios públicos, pero con ellos en el poder, éstos han alcanzado sus más bajas cotas de inversión y eficacia. En Andalucía, ellos inventaron y patentaron las aulas prefabricadas en la educación y cotizaron las más extraordinarias listas de espera en todos los ámbitos sanitarios. Ellos echaron a patadas a los médicos del sistema público, a base de pagarles los sueldos más paupérrimos de todo el continente y alargaron como nadie las listas de espera de la atención social.
Ahora, en las comunidades que ellos gobiernan se registran las listas de espera sanitaria más profundas y los más bajos índices en las escaldas de medición de la enseñanza primaria. Y sin embargo, son ellos los que siguen acusando a la derecha de querer privatizar la sanidad, cuando no hay ni un solo ejemplo de privatización ni de aminoramiento en los servicios sanitarios en comunidades gobernadas por ésta.
Eso sí, como la totalidad de los sindicatos de este país o bien son de izquierdas y extrema izquierda, con algunas muy contadas excepciones de sindicatos acobardados que no sólo se niegan a plantar cara a esa dictadura sindical de la izquierda sino que incluso se muestran en ocasiones conniventes con ella, cada vez que se producen concentraciones, manifestaciones y huelgas, como la de este fin de semana en Madrid, el objeto de la protesta es la derecha.
Manda narices que sea en Madrid, segunda comunidad de España con menores listas de espera, donde la derecha lleva gobernando más de un cuarto de siglo sin ni un solo atisbo de privatización, donde salgan miles de personas a las calles para prevenir de una posible privatización sanitaria y en defensa de los servicios públicos.
Es un engaño tan evidente, tan burdo, tan infantil, que es increíble que haya quien lo siga comprando. Eso sí, pocos son los medios que constatamos que, al día siguiente de esa manifestación madrileña, o sea este lunes, se haya registrado el seguimiento más bajo de la huelga que esos irresponsables sindicatos de extrema izquierda mantienen desde hace meses. Entonces, ¿quiénes eran los que salieron a la calle el domingo? Pues es evidente que la mayoría de ellos simplemente gentuza pegada, regada, paniaguada, subvencionada y protegida por el entramado clientelar de la izquierda.
Y por cierto, yendo al corazón del asunto, ¿alguien puede presentarme a alguien que no esté a favor de la sanidad pública? ¿Alguien puede poner un ejemplo de una acción política de la derecha que ponga en peligro a la sanidad pública? Y sobre todo, ¿podría alguno de estos sindicalistas, de estos liberados, de estos asoldados (de sueldo, lo digo para los diputados comunistas y socialistas) de la izquierda, decirme exactamente qué es lo que se demanda actualmente para la sanidad, cómo lo harían ellos y, sobre todo, por qué no lo han hecho cuando han tenido la responsabilidad de gobierno?
Y a todo esto, nadie le hinca el diente a la realidad del problema: que hemos creado un sistema sanitario en el que el ciudadano se ha tragado la trola de que es posible, de que alguna vez va a haber recursos sanitarios suficientes como para atender a todo ciudadano al que le duela la cabeza. ¿Alguien se ha parado a contar cuántos médicos, enfermeros y auxiliares harían falta para eso? ¡Mentirosos, pandilla de miserables y repugnantes mentirosos!
