#VideoBlog #PaseoAbajo: El actual edificio de Correos será historia en unos días, por Juan Torrijos
Los que conocimos el templete en la plaza del Educador, con aquellos conciertos de la Banda Municipal los domingos al mediodía, y su urinario en el sótano del mismo para alivio de ciudadanos, los que nos acercábamos a la boca de aquel león del viejo edificio de Correos para echar una carta a los lejanos familiares, lo recordábamos hace unos días con infinita tristeza y nostalgia, viendo en la portada del diario Ideal la mítica imagen de algo que desapareció, lamentablemente, de una ciudad que ha ido perdiendo a lo largo de los años sus mejores señas de identidad. Un hermoso y clásico edificio que nunca debió ser demolido, pero que vio la piqueta del maldito progreso, como ocurrió con cientos de ellos en la vieja Almería.
Cuanto daño hicieron aquellos años cincuenta y sesenta en la piel de la ciudad, cuantas heridas abiertas en sus calles y plazas que no se han podido rescatar en el tiempo. Cuanta imagen perdida, cuantas fotos para la indignación contra una época y unos especuladores que despellejaron la historia de esta tierra.
En estos días estamos viendo como aquel maldito sustituto va camino de su demolición, dicen que para levantar un cubo verde inteligente que va a estar dedicado a la agricultura.
¡Miedo me da!
Hace unas semanas, no recuerdo quien firmaba la noticia o el comentario, se venía a decir que, si se trataba de un edificio dedicado a la investigación sobre nuestra agricultura, lo lógico, lo normal, era que estuviera ubicado en el Pita, ese terreno empresarial que nació como Parque Industrial Tecnológico y que iba a tener a la agricultura de primor como principal eje. Y sería lo más natural. Claro que pedir algo natural, y además lógico a nuestros políticos, es como pedirle peras a estas alturas al viejo y desaparecido olmo centenario del pueblo de Terque.
Los ecologistas se levantan contra algunas de las barbaridades que se quieren llevar a cabo en el Parque de Cabo de Gata y sus alrededores, y está bien que lo hagan, pero si se trata de protestar por algo que se quiere llevar cabo en el centro de alguna nuestras ciudades, el silencio no deja de ser significativo. Recuerdo la toma de unos terrenos en Barcelona por parte de los ecologistas, donde había estado levantada una plaza de toros y se quería construir un complejo urbano, se montaron tiendas de campaña, se fueron integrando movimientos de la ciudad y de la sociedad civil, y al final la victoria se fue decantando de cara a los ciudadanos.
Los políticos se rindieron, pero no fue fácil, fueron meses de acampadas, de pasar noches bajo aquellas lonas, de ciudadanos que se pasaban a llevarles comida, de policías que rodeaban a los acampados, de amenazas, pero aquellos ciudadanos vencieron, y hoy aquel solar es un parque donde juegan y disfrutan las nuevas generaciones.
Aquí no nos vamos a atrever, dejaremos que la piqueta acabe con el actual y horrible edificio, y que los políticos, algunos muy parecidos a aquellos que en los sesenta dejaron a Almería sin su hermosa piel, nos levanten otro con la misma premisa que el actual. Es el sino de esta provincia, no debemos quejarnos de lo que tenemos si no somos capaces de defender otras alternativas, y siento decirlo, pero no somos capaces. Lo que no deja de ser una tristeza que nos debería hacer reflexionar sobre la Almería que le vamos a dejar a nuestros hijos.
En el futuro solar de Correos se levantará un cubo verde, inteligente, eso sí.
