#VideoBlog #PaseoAbajo: Los coloraos se quedan en la plaza, dicen ufanos en el Psoe, por Juan Torrijos
Lo que tendrían que pensar en el Psoe es que el monumento a los Coloraos se queda en la Plaza Vieja, es cierto, pero lo hace en contra de la gran mayoría de los ciudadanos de la capital que vienen votando al PP desde hace más de veinte años, y que no verían con malos ojos el que el pingurucho fuese ubicado en cualquier otro lugar de la ciudad.
Hace unos meses vimos cómo los ficus se quedaban en la plaza del ayuntamiento gracias a la sentencia de un juez. Y digo lo mismo que con el pingurucho, si por los almerienses votantes del Pp fuera, los ficus habrían sido erradicados de su actual ubicación.
Viví la campaña de Pedro Tirado (se nos fue demasiado pronto el profesor y su eterno bastón) desde la entonces Radio Cadena para erigir el monumento. Le acompañé en su odisea de buscar y encontrar dinero para sufragar el pingurucho, y que se elevara de nuevo sobre la ciudad el recuerdo de aquellos liberales con casaca roja. El lugar donde hoy se levanta me parece tan bueno como cualquier otro en el que lo hubiera hecho.
Lo que tengo entendido es que las ciudades son de los ciudadanos, de todos, sin tener que influir la ideología de unos o de otros en lo tocante a la modificación y traslado de árboles y monolitos que embellecen las calles de nuestra ciudad. Pero veo que no es así.
Cuando un juez tiene que hacer valer su poder, cuando no se tiene en cuenta la mayoría de lo que piensan los hombres y mujeres que viven en esa ciudad, cuando se retuercen y se crean argumentos para imponer una idea, un acto, no parece que sea muy democrática la misma, y no nos debe llevar a sentir que tenemos toda la razón de nuestra parte.
No se pueden crear leyes en contra de la mayoría, aunque últimamente lo estamos viendo con demasiada frecuencia, ni se debe imponer la ideología, pero desgraciadamente se hace, en cuestiones en las que no tienen nada que ver.
No es de recibo que el pingurucho si está en la Plaza Vieja tenga una connotación ideológica de izquierdas, pero si lo llevas a la Puerta de Purchena, donde estuvo en otro momento de su historia, se convierta en un monumento de derechas.
¿Los ficus son de izquierdas o de derechas dependiendo de donde estén plantados? ¿A los monumentos les ocurre lo mismo? Un día de estos nos dirán que los bancos de hierro o madera, también de mármol, que jalonan nuestras calles y parques, donde los viejos ponen a descansar sus huesos, son de izquierdas en según qué calles o parques de la ciudad en los que estén aparcados.
¿De verdad es esto lo que les preocupa a los ciudadanos? Si seguimos así, habrá jueces que nos dividirán las aceras por la ideología, y hay algunos que lo harían, no lo duden, el de los ficus por ejemplo, y hay de quien ose pasear por la acera que no le pertenece, le pueden poner una multa los de la memoria democrática.
Plasta de país que estamos forjando entre todos.
