#VideoBlog #PaseoAbajo: Ya está aquí la campaña, los políticos y las promesas, por Juan Torrijos.
¿Nos acordaremos dentro de cuatro años de todas las lindezas que nos han prometido los y las políticos en liza?
Ese es el problema que dentro de cuatro años nadie se acordará de lo que María, Adriana, Rojas, Miguel y demás comparsas nos han ofrecido si ganan el ayuntamiento.
¿Se acuerdan ustedes de lo que nos ofreció Ramón hace cuatro años? Nos pidió confianza, y mayoritariamente se la dieron. Pero de las promesas que nos hizo, ¿quién se acuerda? Esa es la cuestión. Lo ocurre hoy con Ramón, sucederá con ellas y ellos dentro de otros cuatro años. No nos acordaremos de las medidas ofertadas, y nos creeremos cualquier cosa que nos vuelvan a decir.
María nos ofrece ciento sesenta medidas (160) si vuelve a ser alcaldesa. También podría haberse comprometido con doscientas, quinientas o mil. Total, a partir de la sexta yo no nos acordamos de las siguientes. Si hubiera dicho cuatro o cinco, se las estaríamos recordando durante los cuatro años de alcaldía, pero como son 160, ¿quién es el guapo que se acuerda de todas ellas?
Con eso juegan, somos fáciles a la hora de olvidar promesas y compromisos.
De las 160 medidas, leídas, solo se me ha quedado una. El parque acuático. Eso está bien. Roquetas de Amat tiene uno, Vera el suyo, y la capital se mordía las uñas de envidia.
¡Vamos a tener parque acuático!
Solo una pregunta. ¿Será un parque municipal, como el del golf del Toyo, o tiene usted algún empresario que esté dispuesto a invertir en el proyecto? Si va a ser municipal, supongo que ya debe andar buscando la persona que lo dirija, como ocurrió con el de los hoyos del Toyo. Un parque puede ser un buen negocio a la hora de contentar a militantes que andan buscando puestos de trabajo. Sería de desear que no se convirtiera el nuevo parque, si es que llega a ser una realidad, en un chiringuito donde ofrecer un puesto laboral a algunos de los militantes del Pp que se vienen quejando de las listas.
Sabe lo que me ha extrañado no ver entre los cientos de deseos para la ciudad, la petición de un Casino en el Toyo. Roquetas de Amat quiere uno, y hay empresas y empresarios turísticos de la localidad que vienen luchando por él desde hace años. ¿A la capital no le interesa un Casino? ¿No hay empresarios que apuesten por uno? No le debe interesar cuando no entra en las medidas que quiere, pregona y promete la futura alcaldesa. No deja de ser extraño que sea así. Da la impresión de que la capital llega tarde casi siempre ante algunos servicios. Pedimos ahora un parque acuático una década después de que esté funcionando en otros municipio. Se perdió un palacio de Exposición y Congresos que se llevó Roquetas, el Corte Inglés se fue a El Ejido. O la capital es un desastre en la que nadie quiere invertir, que lo mismo es así, o hemos tenido a los alcaldes más inútiles de la provincia.
¿Vamos a seguir en la misma onda? Todo apunta, leyendo las muchas tonterías que piden los políticos, que no tenemos otra solución.
