#RadioBlog #LoImprevisto: Fumata no tan blanca, por Francisco Cruz
¡Por fin habemus pacto! Parece que Pedro y Yolanda, Yolanda y Pedro, han decidido poner fin al paripé que tenían montado, ya que nadie se cree que tantos días de negociación sean necesarios después de que a las elecciones se presentaran prácticamente como un ticket.
Ahora tendrán que negociar de verdad, si es que no está también amasado, con el resto de miembros fundamentales de la anatomía de Frankenstein, puesto que los órganos vitales ya se han puesto a funcionar. Pero he de decir que me hayo sorprendido con lo que he podido leer del acuerdo. Y digo esto porque la mayoría de medidas programáticas pactadas forman parte de “lo público”. Nada se dice de estimular, colaborar o favorecer el sector privado.
No es que yo, ahora que está de moda, quiera ser el Javier Milei español y apueste por el liberalismo a ultranza, para nada. Es simplemente que, aunque necesario un sector público fuerte, se sabe que la riqueza y el trabajo vienen de la mano de las empresas, que son ni mas ni menos que lo privado.
No obstante la medida estrella, o al menos la mas comentada de este pacto, si afecta a las empresas. Me refiero a la reducción de la jornada a 37´5 horas semanales. Que me parece fantástico, o me lo parecería si la realidad estuviese desnuda de su contexto, pero es que no esa así.
En primer lugar, me parece malicioso el tan manido argumento de “parecernos a los países de nuestro entorno”. Primero porque cuando el emisor dice eso, el receptor pocas veces se preocupa de comprobar el dato; pero segundo, y mas importante, porque ojalá España tuviese la solidez económica de los países de su entorno para poder equipararse.
En segundo lugar, supongo yo que si implementan dicha reducción lo harán en consenso con los que tienen que pagar la fiesta, que son las empresas. No quiero parecer aquí un experto económico, porque no lo soy. Pero tampoco hay que serlo para deducir que en una economía de servicios y de autónomos como la nuestra, esta medida puede no ser tan crucial como nos la venden.
No solo eso, sino que en un país con la difícil conciliación familiar, los fijos discontinuos y demás problemática asociada al mercado laboral quizá lo prioritario debería ser solucionar todo esto antes que reducir la jornada laboral que en muchos casos no se llega ni a cubrir.
He mencionado la conciliación familiar y los fijos discontinuos, dos problemas que se arreglarían primero racionalizando las horas de trabajo; y segundo, atacando la estacionalidad de la economía.
Yo dejo por aquí la sugerencia, por si al gobierno que venga le apetece hacer medidas mas directas y mas baratas y mas urgentes que las propuestas. Es verdad que no suenan tan potentes, ni son tan ideológicas, pero a mi lo que si me parecen son mas lógicas.
