#RadioBlog #ConfinadosPeroNoArrinconados: Al carajo, por Antonio Felipe Rubio
Pasarán los días y conoceremos nuevas versiones e interpretaciones de los resultados electorales en Galicia. Es posible que algunas formaciones políticas, las más desfavorecidas en la contienda electoral, esbocen alguna autocrítica o sean pasto de la depredación oportunista de los compañeros de partido, siempre, los más letales para devorar al líder caído en desgracia.
Otra cosa es Pedro Sánchez: la esencia de la resiliencia. Sánchez ya tiene preparada su estrategia para mantenerse en el poder como sea y a costa de lo que sea. Sabe que los delincuentes golpistas le mantienen la respiración asistida y tienen en sus manos el interruptor que, ahora más que nunca, es vital para la supervivencia de este zombi que no conoce límites a la indignidad. Así, Pugdemont, conociendo la calaña sanchista, le practicará unos minutos de apnea hasta conseguir todo… y mucho más.
Sánchez es incapaz de aguantar siete minutos bajo el agua sin respirar, pero esos siete minutos son los apoyos que necesita para tomar una nueva bocanada de aire… y así sucesivamente hasta volver a sumergirse en su vil y miserable proceder. Y será muy complicado que Sánchez rechace este humillante escenario. La solución sería la convocatoria de elecciones y respirar aire fresco, pero esa es una salida arriesgada. Sánchez no es valiente, ni decente; en cualquier caso, ruin tal que le calificó Rajoy. Tampoco puede acreditar valentía el alfeñique que se esconde en el maletero y vive mantenido por una secta que sueña con la república de orates y estólidos sin fronteras.
De producirse alguna reacción -tratándose de Sánchez-, será la más cobarde y con el mayor perjuicio para los intereses de todos los españoles; es decir, el arquetipo de la alta traición aliñada con las oportunas dosis de chulería, desparpajo y desprecio.
A la espera de las posibles decisiones que se puedan adoptar, el sentimiento que compartimos algunos es de doble alegría. Por un lado, el Partido Popular ha renovado una mayoría absoluta, cosechando aún más votos que en la anterior comparecencia electoral. Por otro lado, el PSOE ha recibido un correctivo que -aún- no se colige con la proporcionalidad que merecen sus tropelías. Además, ha quedado demostrado que no hay nada mejor que conocer al personaje o la personaja para administrarle la confianza que merece. Así, podemitas y sumaritas han quedado relegados a la más que presumible extinción que, en Galicia ya es un hecho, y en el resto de España podría ser la consumación de un deseo muy extendido entre los innumerables desafectos, incluidos los más letales: compañeros, compañeras y compañeres de estas formaciones políticas de la ultraizquierda, que aportan la casta más hipócrita, más casposa y connivente con el infame gobierno del sanchismo.
Ya lo decían Os Resentidos: “Galicia caníbal”. Y sea con resignación y mucho resentimiento, canibalismo y venganza no van a faltar para terminar donde les conducen sus propias miserias: ¡Al carajo!
