VÍDEO BLOG #Miedodequé?: PSOE: estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros, por Víctor J. Hernández Bru.
Vivimos días revueltos… y ya no sólo por el Covid. Por primera vez en años, los españoles nos vemos inmersos en un conflicto bélico que, si bien no es exactamente cercano, tampoco nos coge tan lejos como la Guerra de Afganistán, el último conflicto en el que, vía OTAN, nos vimos inmersos, hace ya una veintena de años.
Desde entonces a ahora, se han mantenido tres partidos en el escenario político español. Dos de ellos, mantienen ahora la misma postura que sostuvieron entonces: el Partido Comunista entonces pidió que España no apoyara las operaciones de la OTAN, o sea, que incumpliera su compromiso firmado, y nos sacó a la calle bajo pancartas de ‘No a la Guerra’, trufadas de demagogia y falta de rigor.
Por su parte, el PP también mantiene ahora la misma postura que entonces: si pertenecemos a la OTAN, habremos de cumplir nuestras obligaciones, las de hace 20 años y las de ahora.
Pero, ¿qué pasa con el Partido Socialista? Pues el PSOE hace ahora justo lo contrario que reclamaba, manifestándose por el centro de las ciudades: entonces pedía desobediencia a la OTAN, o sea, ‘No a la guerra’, y ahora cumple con nuestra obligación de país de aceptar nuestros compromisos bélicos como miembros activos de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte.
Y yo me pregunto, ¿qué tienen que decir los socialistas almerienses, sobre todo aquellos que tienen suficiente edad para haberse manifestado en aquellos días en el Paseo de Almería en contra de la intervención de España en aquel conflicto y que hoy están metidos en una tinaja para no evidenciar, una vez más, sus vergüenzas y sus contradicciones?
Pues seguramente tienen que decir lo mismo que sobre sus posturas férreas de hace años acerca de no gobernar con los herederos de ETA, o no dejar pasar ilegalmente a inmigrantes a España, o defender la propiedad privada contra las okupaciones o la de no ceder ante la pujanza del independentismo catalán.
Lo que tendrán que decir es que, hoy por hoy, la palabra de un socialista vale exactamente lo mismo que la de aquel genio del humor, Groucho Marx, cuando dejó para el mármol aquella frase de “éstos son mis principios; si no le gustan, tengo otros”.
