El nuevo delegado de Educación de la Junta de Andalucía en Almería, Antonio Jiménez Rosales, se ha mostrado contrariado con el paro en el sector e indicó que «la huelga en la enseñanza pública de este miércoles carece de justificación basada en datos reales».
Jiménez ha recordado que «las modificaciones introducidas en la provincia son mínimas y en ningún momento benefician a un tipo de enseñanza o a otra, sino que favorecen la elección de las familias y ponen en el punto de mira al alumnado que, no lo olvidemos, es la esencia de la educación». El representante de la administración autonómica ha detallado que «se otorga mayor puntuación en el baremo a los niños con hermanos en el centro solicitado, a aquellos que presenten necesidades específicas de apoyo educativo, incluyéndose la valoración diferenciada según el grado reconocido de discapacidad, o a las unidades familiares con mayores dificultades económicas al disponer de una renta menor, apartado en el que, por primera vez, se valora también el patrimonio.
Asimismo, desde la Junta se explicó que los cambios en zonas de escolarización por la obligatoriedad de poder acceder a un centro concertado donde la oferta educativa, solo conlleva el próximo curso novedades en la capital, El Ejido y Roquetas. En el municipio de Roquetas de Mar, el ‘Portocarrero’ de Aguadulce que tenía asignada la zona 02 de escolarización, pasa a abarcar también la zona 01 y 03 y el ‘Al Bayyana’ que tenía incluida la zona 03, absorbe la zona 01. En la localidad de El Ejido, tan solo el ‘Divina Infantita’ cuenta con nuevas asignaciones de las zonas 02, 03 y 04. Este centro ya abarcaba la zona 01 de escolarización en ese municipio. La Junta cifró en un 20.5% el seguimiento de la huelga con datos del Séneca.
Ha sido un día con una actividad irregular en los centros educativos públicos y que concluyó con una manifestación al mediodía entre la Puerta de Purchena y la plaza de Las Velas en la que se superó el millar de personas.
Antes de emprender la marcha, los sindicatos han hecho un balance de esta huelga que, según las cifras que manejaron, ha sido secundada por un 80% del profesorado de Secundaria, el 60% del profesorado de Primaria y entre un 40 y un 45% del alumnado, números que fueron valorados como positivos en una jornada «en la que no ha habido ningún incidente», señaló Juan Francisco Caballero, secretario de Educación de CSIF y que fue elegido por el resto de sindicatos como portavoz.
Caballero ha destacado que la clave para entender esta movilización es «la falta de consenso», ya que «no se ha tenido en cuenta a la comunidad educativa ni a la mesa de negociación donde se estudia, aprueba y publica toda la normativa». Los sindicatos han apuntado que se sienten muy respaldados por las familias en estas protesta, ya que «no están representadas en el decreto y tienen el mismo derecho a elegir un centro, ya que no todos están preparados para asumir ciertas características del alumnado».
Entre el millar largo de manifestantes todo tipo de condiciones. María Álvarez, madre de dos alumnos de Secundaria, ha apuntado que «hemos venido toda la familia, es una pena lo que está pasando. El centro de mis hijos tiene importante deficiencias en los baños o las pistas deportivas y no pasa nada, parece que quieren que nos aburramos».
Manuel Péramos, con casi dos décadas de experiencia como profesor, nos señaló, por su parte, que «es un proceso que no hay por donde cogerlo. Han negociado y escuchado a todos los agentes para acabar haciendo lo que han querido. Para quienes hemos estado viviendo la gestación del decreto es como un ‘teatrillo’ que ha desembocado en el ordeno y mando de siempre».
