VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Fronteras colapsadas en el Sur y camiones asaltados en el norte, pero al gobierno sólo le interesa Juntos por Cataluña, por Víctor J. Hernández Bru.
Leo en Libertad Digital a Pedro I El Falso-Pedro Chapote asegurar que el independentismo catalán no es terrorismo y que los tribunales así lo van a corroborar y comprendo por qué en nuestro país ya no queda prácticamente nada en su sitio.
Cuando el máximo responsable de un gobierno pasa olímpicamente de cualquier cosa que él mismo no vea directamente relacionado con su continuidad en el cargo, lo normal es que las situaciones se vayan progresivamente deteriorando hasta desembocar en el más absoluto caos.
Tomar entre las manos un periódico o escuchar un informativo de radio en estos días en este país es una invitación al deporte, vamos, a salir corriendo, porque el grado de desintegración que han alcanzado ya las más básicas estructuras de nuestro país es absolutamente palmario, insoportable, mientras el presidente felón se interesa sólo por cómo convencer a Juntos por Cataluña de que lo apoye en el gobierno sin plantear chantajes imposibles de asumir, como el referéndum de autodeterminación o la amnistía para terroristas callejeros y corruptos.
Si miramos al Sur, nuestras fronteras son un drama, absolutamente desasistidas de la autoridad imprescindible para evitar la invasión silenciosa y pacífica que se protagoniza todos los días por parte de inmigrantes que entran de manera ilegal en nuestro país. Si me preguntan, tengo claro que ellos, sean de la raza que sean, tienen todo el derecho del mundo a procurarse una vida mejor, pero igual de claro tengo que los países tienen la obligación de defender sus fronteras y controlar quién accede a su territorio.
Cada día, cientos de personas entran sin ningún control en España, con especial incidencia del problema en las Islas Canarias, sin que los depositarios de la soberanía nacional, los ciudadanos, tengamos ni idea de qué tipo de personas se trata, mientras nuestro gobierno se inhibe del problema.
Si miramos al Norte, llevamos una semana de drama, con nuestros camiones asaltados y quemados y nuestros productos tirados por las carreteras como víctimas de las protestas de los agricultores franceses, con pérdidas que Coexphal ha calculado en torno a los 10 millones de euros diarios sólo para la provincia de Almería y una auténtica tragedia para agricultores, comercializadores y transportistas.
¿Y cuál es la acción del gobierno de España en todo esto? Absolutamente nada. Ni defiende nuestras fronteras en el Sur ni a nuestros productos en el Norte, más que nada porque no tiene tiempo, porque está con sus cinco sentidos colocados en convencer al golpista y prófugo, alentador de terroristas callejeros, Carlos Puigdemont, de que le siga apoyando para poder mantener su culo pegado al aterciopelado sillón de La Moncloa.
