VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Sobalecio lo vuelve a hacer: Estados Unidos está tan lejos que ello dificulta que el islamismo atente allí (¿11-S?), por Víctor J. Hernández Bru.
Cada día lo tengo más claro: el personaje de Sobalecio Gutiérrez Salinas es un caso digno de estudio. No ya sólo por el ejemplo de analfabetismo funcional llevado a la política o de medrado por la vía del sostenimiento entre los dientes de un carné de partido o del apoyo a determinada tendencia, en este caso el pedrismo, sino sobre todo por el empecinamiento casi enfermizo en la exhibición del desconocimiento, la ignorancia y la simpleza en la práctica totalidad de los ámbitos del conocimiento.
El pasado viernes disfruté, he de reconocerlo, tanto como un socialista inventando trolas, con la entrevista que mi compañero Rafa López le hizo en Interalmería. Si hay algo que envidio en un periodista, por mi carestía en tal ámbito de virtudes, es el don de la templanza que permite al entrevistador encajar de manera impasible las mentiras y las patadas al diccionario, al libro de historia y a la realidad de las cosas, continuando con la entrevista en lugar de mandar a su protagonista a por pipas a la segunda de cambio.
La entrevista en cuestión es una pieza de museo; yo animo a quien desee disfrutar como yo lo hice a rescatar algunas piezas en el podcast de esLaMañana de esRadio Almería del lunes o a verla íntegra en nuestra web o en la de la propia televisión municipal, porque la pieza, desde luego, no tiene desperdicio.
El autor de ‘los movimientos tectónicos como explicación para la ausencia de fechas de la llegada del AVE a Almería’ o de ‘saltarse el confinamiento para comprar el pan a diez kilómetros de casa’, se dedica en ella a brincar de flor en flor por los más variados temas, con excepcional habilidad para mostrar su desconocimiento y su ignorancia en todos ellos, sin excepción.
Amén de calificar la labor de oposición de Adriana Valverde en el Ayuntamiento como “inmejorable”, la política del gobierno como “inmejorable”, la relación entre las ejecutivas local y provincial como “inmejorable” y, cómo no, la labor de Fernando Martínez en la agrupación local, ¿adivinamos?, como “inmejorable”, se entretiene en ofrecer clases magistrales sobre economía, infraestructuras, geopolítica internacional, historia y sociología, entre otros campos, sin que nadie sepa aún cuál es la titulación, la preparación y la formación de este tipo, aunque él sí tiene el cuajo de preguntarse cuáles son los expertos e ingenieros de la Mesa del Ferrocarril, que ésa es otra, para especular sobre la llegada del AVE; vamos, como si él fuera un Michelangelo Buonarroti del siglo XXI.
Pero, si hay que elegir entre tanto preciosismo ‘burril’, me quedo con dos perlas, por lo que suponen de intromisión en uno de mis campos preferidos como es la historia. Por un lado, el tipo afirma que, tras la guerra mundial, las democracias europeas (entre las que supongo que incluye a la URSS y la RDA), se pusieron de acuerdo para implantar las políticas sociales, la sociedad del bienestar, vinculando esto con la socialdemocracia. Claro, un vistazo a las tendencias políticas de lo que este señor entiende como democracias occidentales, podría colocar como socialdemócrata al liberal-conservador británico Winston Churchil o el tradicionalista y liberal francés Charles De Gaulle, por no ir a más ejemplos. Y, además, afirma que esos derechos sociales no llegaron a España hasta la Transición y sobre todo hasta los gobiernos de Felipe González. El día que Sobalecio abra un libro y averigüe quién implantó la Seguridad Social en España le va a dar un ‘parraque’.
Pero seguramente lo más ‘sobaleciano’ de la entrevista sea su intento de justificación de por qué su partido, el PSOE, está a favor de la intervención en Ucrania (posición que tampoco está tan clara, por cierto) y no lo estuvo de la Guerra de Irak. Entre otras peripecias geoestratégicas y geopolíticas, repanchingado en e, sofá de su casa y sin dejar de mirar al techo sin que el espectador se explique muy bien por qué, el autor del ‘tectonicismo ferroviario’ no tuvo empacho en afirmar que Ucrania nos pilla justo al lado y que “EE.UU. está tan lejos, que el islamismo tiene muchas dificultades para cometer allí atentados”. La verdad es que sí, que lleva razón, porque si estuviera más cerca, ¡estos islamistas serían capaces incluso de estrellar un avión contra las torres gemelas!
