#VideoBlog #PaseoAbajo: ¡Febrerillo el loco!, por Juan Torrijos
Este año el mes de febrero, ese al que llaman loco, nos trae 29 días. Dicen que lo de loco es porque nos pueda traer lluvia, viento, frío, nieve, calor y cualquier otra locura en lo relativo a la climatología. Vamos, que es un mes que no se priva de nada. Se parece a Pedro Sánchez, cuando de viajes, o necesidad de votos se refiere. Se puede esperar de él cualquier componenda, siempre es de lógica, que sea en defensa de sus muy particulares intereses. Y que conste, que en ningún momento he intentado comparar a febrerillo y su locura con el presidente del gobierno y sus intereses. Que luego viene mi querido y admirado Nono y me llama a capítulo.
Supongo que con lo del cambio climático, y tras leer a Don Ignacio Flores en el Diario de Almería y algún insigne climatólogo, lo del cambio va a ser como lo de febrerillo, que una vez está loco, en otras lo parecerá, y las más de las veces tiene el comportamiento que nos viene marcando cada año el siempre bien informado Zaragozano.
El miedo ante febrerillo lo debemos tener todos, nos puede salir con cualquier sorpresa, y la de este año es la que nos están preparando las mujeres del equipo de gobierno del ayuntamiento de la ciudad de Almería. Nos anunciaba doña Eloísa, sin almendro que la cobije, que será en este mes de febrero, el de las locuras, cuando la señora alcaldesa, doña María del Mar, les dé a conocer a sus votantes almerienses, también a los que no la votaron, el gran proyecto sobre el llamado todavía paseo principal de la muy noble y leal ciudad que lo acoge.
Comprenderán ustedes que algo que se nos presenta en el mes de febrero, que ganaron unos señores de la comunidad Valenciana (nada en contra de la reina de las flores), y que lleva unos cuantos retoques, según se ha rumoreado antes de su presentación, al que ganó el concurso, nos tenga en vilo. Y cavilando. A María, la alcaldesa le hemos oído decir que el Paseo va a servir para todo y para todos. Vamos, que, con las lógicas distancia, nos podemos encontrar con un Paseo tipo mercadillo o zoco, el cual podremos levantar, quitar, cambiar o modelar según las necesidades que ese día tenga previstas el ayuntamiento para el disfrute de los ciudadanos. Un Paseo digno de un febrerillo loco.
No esta mal. Paseo de café por la mañana, con cargas y descargas. A partir de la una de la tarde Paseo de tapas y aperitivos, migas si ese día llueve o amenaza, por la tarde merienda para los mayores con bollitos de leche, los churros tienen mucho aceite y engordan, y a las ocho, con la oscuridad haciendo que reinen las estrellas el Paseo se convierte en lugar de charla y conversación con una birra o una copa de Cristina Calvache, solo una que el precio se ha ido por las nubes para algunos bolsillos.
Pasada la hora de la cena, convertimos el Paseo en el Kiosco Amalia, americanos y copas, y algún nocturno y picaruelo espectáculo para animar la almas cándidas almerienses. Por cierto, le sugiero al ayuntamiento que hable con mi amigo Tote, que es un hacha en la organización de eventos nocturnos.
Menudo Paseo tendría Almería. Cada uno disfrutaría del suyo, nadie se podría quejar.
¡Vamos, María, que empieza febrero y todos andamos un poco locos!
