VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Mensaje para Fernando Martínez y para el Ayuntamiento de Almería: Largo Caballero, la mejor demostración de que el socialismo es totalitarismo, sigue teniendo calle en Almería, por Víctor J. Hernández Bru.
Corría el año 1937. Hacía seis meses que España estaba en guerra, Guerra Civil, y un mes desde que Stalin le había dirigido a Largo Caballero, su ‘homólogo’ español, una carta en la que sugería la profundización de la Segunda República en lo que él llamaba ‘la vía parlamentaria’; a lo que el líder del PSOE respondía que ni hablar, que “independientemente de la suerte que reserve el futuro a la institución parlamentaria, entre nosotros, incluso entre los republicanos, no tiene partidarios entusiastas”.
Éste y no otro es el verdadero carácter de Francisco Largo Caballero con respecto a la democracia, su verdadera idea de lo que debía ser España, absolutamente contraria a la democracia. El tipejo en cuestión, llegó a decir en un mitin en Linares, en enero de 1936, antes del estallido bélico, que “la clase obrera debe adueñarse del poder político, convencida de que la democracia es incompatible con el socialismo y, como el que tiene el poder no ha de entregarlo voluntariamente, hay que ir a la revolución”, para reincidir un mes más tarde afirmando en el Cinema Europa que “la transformación total del país no se puede hacer echando simplemente papeletas en las urnas; estamos hartos de ensayos de democracia”.
Y un par de retratos más del angelito en sus propias palabras: por un lado, aquello de que «si no nos permiten conquistar el poder con arreglo a la Constitución, tendremos que conquistarlo de otra manera”, en febrero de 1933; y lo de que “si triunfamos, colaboraremos con nuestros aliados; pero si triunfan las derechas, nuestra labor habrá de ser doble: colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la Guerra Civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros las realizamos”, ésta por escrito, en el periódico ‘El Liberal’, el 20 de enero de ese infausto año 36 en el que se iban a cumplir estas amenazas.
El apodado como ‘Lenin Español’ es la mejor demostración de que el socialismo no ha sido nunca democrático, pero no la única. Porque no es democracia haber mandado a los escoltas de uno a asesinar al líder del partido contrario, como hizo Indalecio Prieto en la antesala de la Guerra Civil; como no es democracia el golpe de estado de 1934 absolutamente orquestado por el PSOE, el PC y sus organizaciones obreras; porque no es democracia haber regalado el oro del Banco de España a Moscú a cambio de apoyo militar y político en la guerra, como hicieron todos pero especialmente encabezados por el comunista Juan Negrín; y no es democracia haber robado como robó el PSOE de Felipe González entre los años 1982 y 1996 para repartirlo a amigos y familiares a través de entramados de corrupción como Juan Guerra, Filesa, Maleza, Time Sport, etc; y no es democracia promulgar leyes anticonstitucionales como la de Memoria Histórica y la Ley Integral de Violencia de Género como, entre otras muchas tropelías, hizo el nefasto Zapatero; o haberse saltado la Constitución a la torera como está haciendo Pedro I El Falso, Pedro Chapote.
Pero volvamos a Largo Caballero, porque este señor, manifiestamente antidemócrata, abiertamente totalitario, comunista de los del terror, golpista en el 34, este desecho humano, posiblemente el mayor causante de la Guerra Civil Española, tiene una calle en Almería, en plena era de la basura ésa de las leyes de memoria democrática. Y lo más grave es que quien ha impulsado esas leyes en el actual período, el político disfrazado de historiador, es catedrático de Historia precisamente en Almería, y fue alcalde de esta ciudad. ¿En serio no tiene nada que decir Martínez López sobre la calle que aún conserva este peligroso y repugnante personaje antidemocrático en Almería? Ah no, es que se trata de un socialista como él y que, en ese caso, hay patente de corso. Pero, en cambio, en el Ayuntamiento de Almería no gobierna el PSOE sino el PP. ¿Tampoco hay nadie en el consistorio que no sea capaz de retirar la calle a un tipejo repugnante como Francisco Largo Caballero, que sostuvo las frases con las que he iniciado estas líneas, apodado merecida y orgullosamente para él, como el ‘Lenin Español’?
