La agresión física se produjo durante el programa de la noche electoral en las instalaciones de Interalmería TV.
El juzgado de instrucción nº1 de Almería ha dictado sentencia y anuncia la resolución sobre la denuncia del periodista Víctor J. Hernández Bru a Amalia Román por agredirle físicamente durante el debate de la noche electoral en Interalmería TV. La magistrada-jueza, María Belén López Moya, una vez conocidos los hechos falló declarando a la que fuera concejal del Ayuntamiento de Almería como autora responsable de un delito leve de lesiones.
La pena supone una sanción económica durante un mes con una cuota diaria de seis euros, con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago, y costas. Desde la administración de justicia confirman que son hechos probados y sancionados los sucedidos sobre las 22:00 horas del día 28 de mayo del 2023. Tras haber participado ambos en el debate televisivo en el que tuvieron un enfrentamiento verbal, Amalia Román manifestó, en un receso, que se marchaba de allí porque no podía compartir mesa con un “machista, maleducado y facha”, refiriéndose al director de esRadio Almería y Radio Marca Almería.
Fuera de cámaras, Víctor J. Hernández respondió a dichas acusaciones, momento en el que Amalia Román se dirigió hacia él y le dio una bofetada en la cara que, por suerte, no generó ninguna secuela ni impidió al denunciante realizar sus ocupaciones habituales. Además, este no reclamó indemnización alguna por tales hechos.
Cabe destacar, que ya durante el programa en directo, Hernández Bru había advertido de un primer insulto, «maleducado», cuando ambos protagonizaron un enfrentamiento dialéctico a propósito de la defensa de la comunista respecto del candidato de Con Andalucía, Alejandro Lorenzo, tras haber dicho el periodista que «es un buen resultado haber conseguido un concejal, ya que es un disparate que un señor así llegue a las instituciones, tras haber dicho en sus redes que si tiene cara de contratar putillas o de violar quinceañeras», entre otras cosas. A partir de ahí la discusión fue subiendo de tono hasta llegar a la pausa publicitaria.
