VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Año nuevo, impuestos social-comunistas nuevos: un día más en el país de los multimillonarios opresores
Hola, querido oyente/lector. Efectivamente, quiero felicitarte el año 2022, al que afortunadamente has llegado a pesar del Covid y del Gobierno de España. Dado que estás leyendo u oyendo este primero #VideoBlog del año, he de deducir que así es, que tú y yo seguimos vivos, aunque el puñetero virus, el microscópico y el otro que vive en Moncloa, han hecho todo lo posible para que no sea así.
Han debido ser unas Navidades estupendas, pagando las luz en ocasiones a más de 500 euros el megawatio/hora, por encima del 300% más cara que antes de que comenzara este divertidísimo gobierno social-comunista, a pesar de que el virus de la Moncloa dice que hemos terminado el año pagando lo mismo que en el anterior; pidiendo préstamos para poder ir a la estación de servicio sin que el surtidor se descojone de nosotros; y, si eres autónomo, pagando más impuestos y con menos ingresos que nunca.
Buen panorama, ¿no? Bueno, la noticia positiva sería que, aunque parezca que nunca se llega al suelo con este gobierno, tiene pinta de que ya no podemos caer más bajo.
Pues siento estropeártela también, porque el festival de impuestos sigue en lo más alto. Hemos cambiado de año y, así, estrenamos, oh sorpresa, otro impuesto de ésos que los social-comunistas le administran a los ricos, a los fascistas, a los terratenientes, a los potentados, a los poderosos, a los opresores: el impuesto de matriculación.
Así que, si eres de esos multimillonarios que van a comprar un coche este año, échale unos 1.000 pavos más, por gentileza y obra y gracia de Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, Nadia Calviño y el resto de benefactores que nos ha enviado la divina providencia para salvarnos del franquismo, que tan presente estaba en nuestras vidas.
Y claro, nuestro magnífico gobierno quiere convencerte de que el hecho de que los impuestos suban no tiene conexión directa con que lo hagan los precios y esto tampoco tiene nada que ver con el IPC, que aunque parezca increíble, son las siglas de Índice de Precios al Consumo. ¡De precios! O sea, que la magnánima subida de impuestos, pensando siempre en los más necesitados, no tiene nada que ver en que ellos, y sobre todo ellos, tengan que pagar más por todos los productos que consumen. ¿Quién se atrevería a pensar tal cosa?
Pero te voy a decir más: si eres de esas familias que administras un concesionario de coches, o lo que es peor, si trabajas en uno de ellos, ten en cuenta que se van a vender decenas de coches menos en este año, como ha pasado en el anterior, gracias a que ahora cuestan más caros y algunos de los millonarios que se permiten una locomoción privada a cuatro ruedas, decidirán dejarlo para más adelante.
Quizás, tú, que cada día te levantas temprano para ir a currar al concesionario, seas uno de los trabajadores de la automoción de este país que vas a perder tu puesto de trabajo, ante la disminución de las ventas y, por lo tanto, de los ingresos en el sector.
Mientras, Pedro y Yoli seguirán luchando por el bien de los más desfavorecidos que, por cierto, cada día son más en este país. Habrá que darles la enhorabuena… también en este 2022.
