La alcaldesa de Almería se une a los cofrades en la Catedral de la Encarnación para conmemorar uno de los cultos más emblemáticos previos a la Semana Santa.
Ya se siente en la ciudad. La Semana Santa está a la vuelta de la esquina. Como manda la tradición, la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, ha participado este viernes en la Catedral de la Encarnación en el tradicional Besapiés de Jesús Cautivo de Medinaceli de la Hermandad Sacramental del Prendimiento.
Acompañada por los concejales del equipo de gobierno Sacramento Sánchez, Eloísa Cabrera, Diego Cruz, Lorena Nieto, Antonio Urdiales, Óscar Bleda , Juan José Segura y Amalia Martín, la alcaldesa no ha querido perderse uno de los cultos más multitudinarios con el que, tras su Solemne Triduo, la corporación nazarena última sus preparativos para su estación de penitencia del Miércoles Santo.
Vázquez ha compartido la ilusión de todos los cofrades almerienses “ante la inminente llegada de la Semana de Pasión”. “Hoy, una vez más, hemos podido comprobar la emoción y la pasión de todos los almerienses por uno de los actos más importantes de nuestra ciudad, nuestra Semana Santa, que está declarada de Interés Turístico Nacional y que cada año tiene más relevancia”, ha comentado.
La Hermana Mayor de la Hermandad del Prendimiento, María del Mar Marín, ha realizado una valoración “muy positiva”. “Estamos muy satisfechos de cómo está transcurriendo el culto más importante de la provincia. En torno a 12.000 personas han pasado por aquí, lo que supone un ligero incremento respecto al año anterior”, ha comentado.
Este año, por primera vez en los 72 años de historia de la Hermandad, este culto ha contado con un cartel para anunciarlo, obra de José Cabrera Lasso que muestra a Jesús Cautivo de Medinaceli vistiendo su tradicional túnica de lanilla morada, maniatado, luciendo sobre el pecho el primer escapulario que tuvo la actual imagen. Siendo esta la estampa que se acostumbra a encontrar cada primer viernes de marzo en la Catedral. Las potencias han sido sustituidas por un halo, representando su divinidad.
En cuanto al fondo, reproduce un mosaico de estilo ‘retro’, en tonos grises y dorados, en el que se encuentran elementos descriptivos como el alfa y el omega, el sol y la luna; así como elementos identificativos de la advocación, como la cruz trinitaria y las cadenas, a los que el autor ha querido sumar dos guiños a los sagrados titulares, con una antorcha alusiva al Señor del Prendimiento, y un corazón atravesado por un puñal, alusivo a Nuestra Señora de la Merced.
