VÍDEO BLOG #MIEDODEQUÉ?, por Víctor J. Hernández Bru.
Que haya políticos sin ningún tipo de vergüenza no es algo nuevo. Que los haya que en cada declaración demuestran con más fortaleza que la anterior su creencia firme en que quienes pagamos sus sueldos somos todos imbéciles es algo ya comúnmente aceptado. Y que incluso algunos hayan hecho de exagerar la paja en el ojo ajeno y obviar la viga en el propio el ‘modus operandi’ de sus vidas tampoco es algo que sorprenda a muchos.
Ayer, a pesar de que la resolución se podría haber hecho pública antes de las elecciones y se retrasó un par de semanas sin que nadie haya explicado por qué, se conoció la sentencia de los ERE’s, el caso de corrupción más escandaloso, con mayor cantidad de dinero público malversado y corrompido y con más cantidad de altos cargos de la administración implicados y condenados. Dos ex presidentes de la Junta de Andalucía y del propio partido y ex ministros, varios consejeros, diversos altos cargos que van a pasar por prisión y que se reparten condenas de inhabilitación para cargo público.
El Partido Socialista, al que pertenecen todos los culpables, está hoy en el poder, en el gobierno español gracias a una moción de censura presentada por Pedro Sánchez contra el Partido Popular, con el apoyo de la mayoría de las fuerzas políticas con representación en el Congreso, por considerar a esta formación como corrupta.
Sin embargo, ahora, cuando el caso de corrupción que se acaba de fallar es, repito, el que supone con grandísima diferencia el de mayor cantidad de dinero malversado en la historia de la actual democracia española, ¿qué tienen que decir los representantes del PSOE?
El actual secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el hombre del ‘no es no’, el político de la moción de censura, nada de nada; no ha dicho nada, no sale, se esconde, vuelve a timar a la ciudadanía esperando que se nos olvide pedirle cuentas. La ex presidenta de la Junta de Andalucía, la heredera de uno de los máximos culpables, Susana Díaz, exactamente lo mismo. Nada de nada. Y todo queda en manos de José Luis Ábalos, un tipo que cada vez que habla deja más claro que lo mejor para él sería que no lo hiciera.
De los creadores de “es que cuando Pedro Sánchez dijo aquello no era presidente del Gobierno”, ahora, de la mano del ínclito Ábalos, llega, a propósito de la sentencia de los ERE’s, “es un caso que no afecta al PSOE, sino a antiguos dirigentes del partido en Andalucía”.
La pregunta es evidente: ¿Se puede tener menos vergüenza? ¿Se puede ser más caradura? ¿Se le puede tener menos respeto a la ciudadanía? ¿Puede uno sobrevalorarse intelectualmente más de lo que lo hace este básico sujeto?
Por cierto, mañana, si eso, hablamos de la valoración del abrazador de Pedro Sánchez, ese Pablo Iglesias que saltó a la política con el principal mensaje de luchar contra la corrupción. Ayer, ni una palabra sobre los ERE’s y hablando de corrupción en general. Es lo que hay, amigos; no hay mucho más nivel.
