VÍDEO BLOG #MIEDODEQUÉ?, por Víctor J. Hernández Bru.
Leo, sin atisbo alguno de asombro, una información en la que se cuenta que la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía acaba de dar cumplimiento a una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía del año 2017, hace dos años, la cual, a su vez, daba la razón a los promotores del proyecto de resort de golf de Hoya Altica, en las inmediaciones de Retamar, en su propósito de convertirlo en campo de golf de interés turístico.
La historia se remonta al entorno del año 2007, cuando en Almería, previamente a la crisis, se estaban gestando una serie de proyectos de resorts de golf, en torno a una docena, que pretendían dar a la provincia el impulso definitivo para convertirla en un destino preferente de golf para turistas europeos y especialmente del Norte del continente.
Aquellos proyectos se toparon con la oposición de la Junta de Andalucía, que por entonces veía en el golf un enemigo feroz del medioambiente, pero sólo en Almería, puesto que en Cádiz y Málaga nos cuadruplicaban en número de campos, llevándose, por consiguiente, el grueso de las visitas con motivo de la práctica de este deporte.
Un grupo de aguerridos empresarios almerienses se propusieron cambiar el parecer de la administración e incluso montaron una asociación de Promoción del Turismo Residencial, hicieron viajes de prospección a destinos en los que el golf y sus campos se desarrollaban bajo condiciones de absoluta adaptación al medioambiente, en ocasiones de perfil desértico o semidesértico, como por ejemplo en la localidad de Scottdale, en Arizona.
Estos empresarios llegaron incluso a elaborar un pormenorizado estudio del Modelo ALMERÍA de turismo residencial, en el cual se detallaban las características que tenía que tener uno de estos resorts para ser económicamente sostenible, o sea, rentable y capaz de convertirse en un punto de atracción de turistas. Ni que decir tiene que el 100% de la inversión de esos proyectos la afrontaban los propios empresarios.
Pero no hubo manera. En la Junta mandaban un grupo de políticos y funcionarios de ésos a los que siempre les ha parecido que sus sueldos caen del cielo, vamos, que el dinero público no es de nadie; y que no conviene atraer muchos turistas a Almería, no sea que la provincia se convierta en un polo de desarrollo.
Finalmente la Junta sacó, basándose en gran parte en el dossier de los empresarios, un Decreto de Campos de Golf de Interés Turístico, pero redujo el número de viviendas que podían tener a una cantidad que hacía económicamente inviable los proyectos. Aún así los empresarios siguieron pertinaces para intentar desarrollarlos y alguno de ellos se llevó a cabo. Y entonces llegó la crisis, el resto de proyectos, que la Junta había frenado conveniente, quedaron paralizados, miles de puestos de trabajo en el camino y Almería continúa siendo un destino de golf de segunda categoría, al lado de Alicante, Málaga, Murcia o Cádiz.
Eso sí, al cabo de más de diez años, el TSJA le ha dado la razón a uno de esos proyectos, el de Hoya Altica, en cuanto a su catalogación como ‘De Interés Turístico’ y la Junta, ahora con el gobierno de otro partido, el PP y Ciudadanos, ha dado traslado de esa resolución dos años después; justo ahora que esos terrenos se han dedicado a construir invernaderos.
Sin duda, ‘Andalucía, imparable’.
