Una auditoría de una empresa externa reveló que «la presión fiscal era solo del 25%, cuando en el resto de municipios supera el 50%».
El Ayuntamiento de Garrucha ha encontrado más de 200 fichas de propiedades que no estaban abonando el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) correspondiente. La falta de actualización y regularización del catastro ha permitido que muchos bienes inmuebles no hayan pagado los impuestos oportunos. Esta situación ha sido detectada por el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Garrucha en un comunicado oficial emitido tras once meses de gestión.
El teniente de alcalde de Garrucha, Álvaro Ramos, explicó en esRadio Almería que el problema salió a la luz el año pasado cuando una auditoría de una empresa externa reveló datos preocupantes sobre la presión fiscal en el municipio. «Nos dimos cuenta de que algo estaba sucediendo porque los ingresos provenientes de los tributos y los impuestos de los ciudadanos no eran los esperados. Mientras que en otros municipios la presión fiscal ronda entre el 50% y 60%, en Garrucha era solo del 25%. Por ejemplo, en nuestra vecina Vera es del 61%», indicó Ramos.
Esta disparidad en la recaudación fiscal hizo que las autoridades locales investigaran más a fondo. «Con la ayuda de la Diputación, que nos proporcionó gratuitamente una revisión de nuestro catastro a través de una empresa especializada, pudimos detectar más de 200 incidencias o irregularidades,» comentó el teniente de alcalde. «Muchas de estas irregularidades incluyen viviendas o incluso edificios enteros que no pagaban el IBI porque no estaban registradas catastralmente o porque se habían realizado modificaciones en estos inmuebles que no habían sido registradas. Esto no es un buen dato para nuestro municipio, no porque queramos recaudar más, sino porque solo algunos ciudadanos estaban pagando sus impuestos, lo cual es una desigualdad y una deslealtad hacia los particulares que cumplen con sus obligaciones.»
