VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Antonio Hernando elige el timo, la trola y la falta de respeto a los almerienses como argumentos para representarnos en Madrid, por Víctor J. Hernández Bru.
A estas alturas de la película, ya puedo constatar que mi pronóstico de que el cabeza de lista, cunero y almeriense consorte por el Partido Sanchista Trolero Español, Antonio Hernando, iba a darnos tardes de gloria primero en campaña y precampaña y más tarde en la próxima legislatura era absolutamente acertado.
Hernando ha desembarcado en la Almería mediática como lo que es, un miembro destacado del sanchismo, esa filosofía de vida en la que la mentira y el timo conforman un pilar fundamental con el que abordar la labor de engañar y trolear a los ciudadanos, bajo el inamovible precepto de que todos somos absoluta y profundamente gilipollas.
Hernando, que sale a tres ruedas de prensa semanales y subiendo, ha estado cumbre en su desempeño del más trolero sanchismo, del sanchismo más en esencia. El tipo, que hay que recordarlo, viene precedido por una traición a quien hizo de él su hombre de confianza, el propio Pedro I El Falso, quien tras ello lo expulsó a los infiernos, para recuperarlo ahora como número 1 por Almería, en una perfecta demostración de que son tal para cual, ha sido capaz de empezar la semana vendiéndonos, o tratando de vendernos, allá cada cual con lo que compra, que el pacto PP-Vox es una hecatombe porque Vox niega la violencia machista, aunque no ha sido capaz de presentar una sola prueba de ese argumento y, por supuesto, se ha negado a responder por qué tal pacto es tan horrendo y el de su partido con los asesinos de EH Bildu es perfectamente justificable.
Ha continuado la semana con el inverosímil argumento de que la subida socialista de las pensiones es la panacea, cuando en realidad no llega ni a la suela del zapato del incremento del coste de la vida ocasionado por las mentecatas medidas socialistas del incremento de los costes laborales, energéticos o de materias primas.
Y le ha puesto la guinda con la denuncia de que, en apenas diez días de gobiernos populares en ayuntamientos, han disminuido los derechos LGTBI en los consistorios correspondientes y, preguntado por la forma en la que se ha producido tal merma, ha dicho que porque se han retirado las banderas de ese movimiento de las fachadas. Al tal Hernando le importa poco que la ley prohíba que se exhiban banderas que no sean institucionales en las fachadas de las instituciones pero, además, blande como derecho de dicho colectivo el colocar sus banderas en los consistorios, con lo cual habrá que colegir que mi peña quinielística, los aficionados del Alpedrete CF y la Asociación de Antiguos Alumnos de mi colegio también tendremos derecho a colocar allí nuestras banderas.
Es lo que ocurre cuando un ser humano presenta esta combinación de desolador desconocimiento de las leyes y de las realidades, más un insuperable afán de tomar el pelo a la gente, mintiendo con una cara dura digna de los pilares del Partenón y una falta de respeto por la realidad de las cosas tan sólo comparable con la del señorito cuyo lomo soba ahora, aunque en su día lo que hizo con él fue más bien apuñalarlo.
Hernando prometía y no está defraudando, pero para su desgracia, los almerienses, a los que trata como unos pobres catetos de provincia a los que se puede engañar con una caña, no somos en realidad y por norma general tan imbéciles como él presume, a pesar de que cuando apenas tenía dónde caerse muerto, vino aquí a buscar una novia con la que volver a ser alguien en política. Querido Antonio, mal camino has escogido, el de la falta de respeto a mis paisanos, para tratar de representar a esta provincia. Por ahí, te advierto, te va a doler mucho, muchísimo, tu cunera cabeza… al menos en esta sintonía.
