VÍDEO BLOG #Miedodequé?: ¡Claro que toda la culpa no es de Ireno, pero es intolerable que siga siendo ministra!, por Víctor J. Hernández Bru.
La ‘Tertulia Sin Complejos’ del pasado viernes escenificó un interesante debate sobre quién tiene la culpa de los disparates pensados y ejecutados por el Ministerio de Igualdad, incluyendo esa tropelía legislativa que se ha dado a conocer como ‘Ley de sólo sí es sí’.
Una parte de los intervinientes, entre los que me encuentro, defendíamos que es necesario regular el acceso a las labores de gobierno y evitar que personas sin ningún tipo de preparación, experiencia y conocimiento tengan en sus manos el presupuesto público de todos los españoles, con el peligro y el despilfarro que eso suele suponer.
El argumento de la otra ‘bancada’ de la tertulia, en mi opinión no excluyente con el nuestro, se centraba en que la culpa de que el gobierno primero y el parlamento después hayan aprobado una ley tan rotundamente mal hecha y con consecuencias tan nefastas para la ciudadanía y la sociedad no es sólo de Ireno Montera y que el principal responsable es Pedro I El Falso.
Yo ya dije la pasada semana, en uno de mis #VideoBlogs, que lo preocupante no es que una cajera de supermercado pase directamente de ese puesto al de ministra sin ninguna otra experiencia de gestión, aún siendo esto intolerable; sino que en todo un gobierno y un parlamento no haya absolutamente nadie que aúne conocimiento y capacidad de decisión suficientes para impedir que dicho texto legal salga adelante.
Es, como decía la pasada semana, muy bonito y romántico pensar que cualquiera puede ser ministro, pero serlo es ostentar no sólo una representación institucional muy importante, sino encabezar el sistema de gestión de un estado. De la misma manera que cuando uno va al centro de salud espera que lo atiendan médicos preparados y con conocimiento para tomar decisiones, del mismo modo que cuando alguien se pone en manos de un arquitecto, un carnicero, un abogado o un pocero, no podemos conformarnos con que la política de este país esté dirigida por auténticos analfabetos de la gestión. Hemos de aspirar a más, a mucho más.
Y eso no quiere decir que Ireno Montera tenga toda la culpa de éste y de otros desastres que ha provocado. Por supuesto que también supone una grave anomalía este gobierno social comunista que perdura gracias a que su cabeza visible se ha comprometido a contemplar y dar visto bueno a todos los disparates que le plantean aquellos en cuyas manos está su continuidad en el cargo, por mucho daño que éstos hagan al bien común.
Una vez más en la política de este país se confunden términos y, en este caso, se confunde democracia y gobierno de coalición con derecho a alcanzar cotas de decisión mucho mayores que las que las urnas le han dado a un determinado partido político, por el mero hecho de ser imprescindible para la continuidad de un presidente egoísta y ególatra.
Claro que Ireno no tiene toda la culpa de éste y de otros disparates, pero eso no la convierte en válida para ser ministra del Reino de España.
