VÍDEO BLOG #MIEDODEQUÉ?, por Víctor J. Hernández Bru.
Sí, sí: ya sé que la última vez que me burlé del CIS, de Tezanos, de las previsiones de Pedro Sánchez y de esta manía de los políticos de jugar a encuestadores con nuestro dinero, resultó que la realidad le dio la razón al sociólogo de cabecera del Partido Socialista.
Pero lo voy a volver a hacer. Y lo voy a hacer no sólo desde el punto de vista de que es irrisorio pensar que sólo el tal Tezanos, un sociólogo de carné, de partido, de estudios pagados por unas siglas vaya a ser el que acierte en las previsiones con vistas al 10-N, sino por la propia filosofía de lo que supone el CIS.
Que el Estado y el Gobierno se gaste nuestros impuestos, ésos que ahora nos quieren subir, en hacer investigaciones sociológicas es ya algo que me chirría bastante, puesto que no termino de entender que los ciudadanos tengamos que dejarnos un altísimo porcentaje de nuestros impuestos en que sea la administración quien nos cuente por dónde van las tendencias.
Pero que una parte de esos estudios sean de intención de voto ya me empieza a parecer un auténtico atraco, puesto que no creo que haya nadie que tenga duda alguna acerca de la imparcialidad de dichos sondeos.
Uno de los peores problemas de este país es que somos uno de los que someten a una mayor presión fiscal a sus ciudadanos y, sin embargo, nosotros sabemos muy poco acerca de a dónde van a parar nuestros impuestos.
Si realmente tuviéramos información clara, puntual y verídica sobre el porcentaje de nuestros impuestos que va dedicado a cubrir necesidades del colectivo, a hacer obras necesarias, a ayudar a los necesitados, a cubrir servicios sanitarios o educativos; y cuál es el que va a pagar a políticos, a empresas de coleguitas de los políticos o a pagar herramientas que les sirven a los políticos y no a los ciudadanos, seguramente nos plantearíamos de una manera muy diferente nuestra forma de relacionarnos con la administración que, por ejemplo en casos como éste, se queda nuestro dinero para jugar a las encuestas partidistas.
