VÍDEO BLOG #MIEDODEQUÉ?, por Víctor J. Hernández Bru.
Uno intenta imaginar la serie de revoluciones, manifestaciones, concentraciones y días de paro que se originarían si un representante institucional de un partido que no fuera PSOE, Podemos o Izquierda Unida se atreviese a decir que no se puede permitir que una institución esté gobernada por cualquiera de estas tres fuerzas políticas.
Es absolutamente inimaginable hoy en día. En cambio, nada ha ocurrido después de que el inefable Rodrigo Sánchez Haro, el político almeriense que hace subir más el pan cada vez que abre la boca, le haya dicho a mi compañero Iván Gómez, en una entrevista en Diario de Almería que “no puede ser que el gobierno andaluz esté hoy en manos de la ultraderecha”.
Para empezar, Sánchez Haro demuestra o bien no tener ningún rigor, algo que no es la primera vez que pone en evidencia, o carecer de la más mínima cultura histórica, al calificar de ultraderecha a PP y Ciudadanos, que son los partidos en cuyas manos está, realmente, el gobierno de la Junta de Andalucía. Incluso habría mostrado la misma ignorancia, término éste que se mimetiza con el entorno en cualquier artículo sobre el personaje en cuestión, en caso de que quien gobernase en Andalucía fuese Vox: llamar al partido verde ‘ultraderecha’, más allá de la habitual carencia de rigor del juego político habitual, es desconocer lo que han sido verdaderamente los movimientos de ultraderecha y el programa real de esta formación.
Pero con ser esto importante, porque este tipo cobra todos los meses un generosísimo y rotundamente inmerecido sueldo, altruistamente pagado por todos los andaluces, lo más grave no es eso; lo verdaderamente flagrante y vomitivo es que un tipo que no es otra cosa que un empleado económicamente mantenido por la ciudadanía sea capaz de decir que no puede ser que gobierne una u otra fuerza política, más allá de sus intereses, gustos particulares o posicionamientos ideológicos.
El rizo del rizo es que esta frase, tan abracadabrante, carente de todo sentido de Estado y de lo que supone la democracia y esclarecedora de lo que es el personaje en sí como la gran mayoría de las que emite por su irrefrenable boca, la ha pronunciado el tal Sánchez Haro el mismo día que el Diario ABC publica un informe que demuestra que, presuntamente, su partido compró votos en las elecciones en un pueblo de Sevilla, aportando los correspondientes documentos que así parecen demostrarlo.
Para Sánchez Haro, lo que no puede ser no es que su partido, el de las siglas de las que él mismo lleva viviendo toda la vida, haya comprado votos a cambio de puestos de trabajo, sino que una u otra ideología gobiernen la Junta de Andalucía porque así lo hemos querido los ciudadanos.
Y luego hay quien dice que soy muy duro con este guardaespaldas del poder socialista establecido.
