VÍDEO BLOG #Miedodequé?: El PSOE cambia la estrategia de la ideología por la de las personas: ¿No será que con Pedro I El Falso ni a coger billetes de 500?, por Víctor J. Hernández Bru.
Segunda semana del mes de febrero. El camino hacia el 28-M avanza a una velocidad endiablada y, en él, el discurrir del cronómetro deja efectos similares a los que experimentan dos equipos de fútbol conforme se aproxima el pitido final del árbitro: al que va ganando, aquello se le hace eterno, mientras que, para el que va perdiendo, el tiempo corre como un bólido o, como diría Sobalecio, como un reloj atómico.
El caso es que el pasado fin de semana decía don Juan Espadas, que en su día fue candidato a la alcaldía de Sevilla y ganó, pero que ahora vivirá la contienda electoral municipal pertrechado en los bancos de la oposición en la Junta de Andalucía, que en unas elecciones se vota a las personas y que el PSOE tiene a muy buenas personas encabezando sus listas electorales.
¡Cáspita! Me llama la atención que ahora no se vayan a votar ya las ideas, ni las ideologías, ni siquiera a los partidos, sino a las personas. Y que el señor Espadas piense que esas personas que van a encabezar las listas socialistas a los municipios andaluces como los kamikazes japoneses encabezaban las escuadrillas japonesas en los picados suicidas de la Segunda Guerra Mundial, van a ser tan buenas tan buenas, que le van a dar la vuelta a una realidad demoscópica que, para el PSOE, se augura tan favorable como el día 25 de diciembre para el pavo que retoza días antes en el corral.
No quisiera ser mal pensado, pero tiene pinta de que el PSOE y el señor Espadas se han dado cuenta ya de que, electoralmente, con las siglas de su partido y sobre todo con la ‘persona’ que lo encabeza no se puede ir ya ni a coger billetes de 500; y que más vale que se vayan desmarcando todos de la política con la que dicho partido lleva mandando a la ruina a este país desde que Pedro I El Falso entró, en un infausto y desdichado día, en La Moncloa, colgado del brazo del Coletavirus.
No hay ya una sola encuesta en Andalucía que mantenga una alcaldía de capital de provincia en manos socialistas. Y esto no es baladí, puesto que, si las muestras demoscópicas están en lo cierto, la realidad es que estaremos viviendo un sartenazo inédito e histórico a un partido, el PSOE que, durante décadas, casi cuatro, tuvo en Andalucía no solo su más férreo e infranqueable feudo electoral, sino más bien un cortijo con sus señoritos y todo.
Esta crudísima realidad, esta situación desconocida en el socialismo, consistente en no saber qué hacer para que las cifras del suelo electoral no sigan cayendo en picado, es la explicación más plausible a una trayectoria más errática que la de su propio líder nacional por parte de los socialistas andaluces, que no dejan de poner el foco, a modo de crítica, en aquellas parcelas en las que más ha mejorado la comunidad autónoma desde que los andaluces nos caímos del caballo y comprendimos que había otra Andalucía, más allá de la que ocupaba el farolillo rojo en todos los indicadores económicos.
No lo va a tener fácil el señor Espadas y su partido, para no ocupar el dudoso honor de ser el primer secretario general del PSOE andaluz en no conseguir ni una sola alcaldía de capital de provincia en unas municipales, pero desde luego, si sigue tratando como imbéciles a sus posibles votantes, si sigue empeñado en contarles cada día un cuento diferente, con una narrativa tan burda que no convence ni a un niño de párvulos, el éxito de los rivales está asegurado. Porque, además, señor Espadas, ¿sería usted capaz de enumerarnos cuáles son los méritos de esas ‘personas’ que encabezan sus listas? ¿Podría usted relatarnos con quién ha empatado cada uno de ellos?
