La gerente de la organización de hosteleros almeriense ha contado con detalle la difícil situación por la que están pasando los locales de la provincia.
Una de las noticias que peor consecuencias ha tenido para la sociedad española y almeriense ha sido la subida del recibo de la luz durante este verano, de esta forma, el precio del recibo de la luz ha subido este pasado mes de junio un 270% con respecto al año anterior, cosa que ha repercutido especialmente en los pequeños y medianos empresarios. Para tratar este asunto ha estado Isabel de Juan, gerente de la asociación de hosteleros almerienses, ASHAL.
Isabel de Juan ha explicado que la gente acude a un establecimiento de hostelería pare recibir unas garantías de salubridad y comodidad, «Si va a estar a disgusto, pues no va», recalca. La subida del precio de la luz para los hosteleros se traduce en un mayor gasto obligatorio ya que en esos establecimientos no se puede prescindir de ningún electrodoméstico para intentar reducir el gasto de energía eléctrica.
La entrevistada ha explicado que, según cálculos de la asociación española de hostelería, el recibo de la luz puede significar para un local entre el ocho y el diez porciento de los gastos fijos, «Los meses de julio y agosto han sido bueno pero llegarán los meses de octubre y noviembre», explica la entrevistada quien muestra su preocupación por las deudas que han podido contraer los hosteleros a lo largo de la pandemia.
«Somos un sector que da muchísimo empleo pero que es muy sensible a cualquier cambio», añade Isabel de Juan que vaticina subida de precios y despidos de personas, una batería de medidas que no va a ser fácil de asumir. La entrevistada considera que el verano ha sido un lapso de la situación, «Hemos tenido y tenemos horarios restringido, ahora en verano todo se difumina pero empezarán a llegarán los concursos de acreedores». «Este sector necesita ayudas y las ayudas aun están llegando».
