El padre de Sergio manifestó en Televisión que «nadie ha hecho nada por mi hijo. No se le escuchó y ahora lo tenemos de cuerpo presente».
El municipio de Alcolea vivió ayer el día más triste de su historia. El pueblo entero se volcó en la despedida del pequeño Sergio, de siete años, presuntamente asesinado el jueves por su madre, en el marco de un litigio con el padre por la custodia del menor. Primero con el velatorio en el Tanatorio y más tarde con el funeral, los ciudadanos de Alcolea vivieron una jornada que no olvidarán.
Su padre fue el centro de todas las miradas. Estoicamente soportando el dolor de la pérdida de su hijo, además en unas circunstancias tan tremendas, estuvo en todo momento rodeado de familiares y amigos, entre ellos un tío materno de la víctima.
Un padre absolutamente destrozado, que llegó a afirmar en televisión que «nadie ha hecho nada por mi hijo. No se le escuchó y ahora lo tenemos de cuerpo presente».
El féretro llegó a la Plaza de la Iglesia de San Sebastián con gran presencia de coronas de flores, entre ellas, una de parte de los niños del pueblo.