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VÍDEO BLOG #Miedodequé?: La falta de ‘dignidad’ de los que defienden el discriminatorio, totalitario y repugnante concepto de ‘violencia de género’

- Con Pablo Mazuecos, de la Fundación Indaliana para la Música, 678 50 13 07. A las 13.00 horas. Para hablar de que la Diputación presenta ‘Jazz 2023’ llenando de música la provincia hasta el 19 de noviembre.

VÍDEO BLOG #Miedodequé?: La falta de ‘dignidad’ de los que defienden el discriminatorio, totalitario y repugnante concepto de ‘violencia de género’, por Víctor J. Hernández Bru.

Muchos de los que leen o escuchan este humilde #VideoBlog conocerán del cariño que tengo por Ángel Itúrbide, mi director durante años, décadas, en Ideal, un tipo que, amén de enseñarme mucho, se portó muy bien conmigo en términos generales. Siempre he dicho que me encantaría que viniera a mis tertulias, aquí en www.esradioalmeria.com, pero él se niega porque afirma que terminaríamos enfadados. Yo lo dudo, aunque nunca dejaría de darme mi opinión que, en términos políticos, es muy diferente a la suya.

Mi querido Ángel ha escrito este fin de semana en nuestro periódico que “desde el 1 de enero hasta el jueves pasado eran 48 las mujeres víctimas de violencia de género. Sí, violencia de género o violencia machista. No tiene otro nombre y el que se lo cambie lo que no tiene es dignidad”.

Me encantaría debatir esta gran ‘parida’ de mi querido Ángel con él, pero supongo que no va a ser posible, porque Ángel es un activista de la izquierda y, como tal, sostiene ese concepto tan propio del socialismo y el comunismo de no admitir jamás la discrepancia: en el comunismo de la Unión Soviética o de la Segunda República Española lo que hacían era asesinar y torturar al discrepante y ahora, en nuestra España, lo que se hace es tratar de aislarlo, denostarlo y, por supuesto, negarse siempre a debatir con él.

Ha escrito Ángel, a sabiendas de que yo estoy entre ellos, que quienes negamos el término violencia de género o machista no tenemos dignidad, pero si él no practicase el sectarismo y el totalitarismo de la izquierda, yo le demostraría a la cara que quienes no tienen dignidad son quienes se lo inventaron y quienes lo mantienen, como mecanismo para desviar la atención sobre los desmanes y las desgracias que ocasiona el socialismo, su ideología.

Si quienes participan de esa denominación tuvieran dignidad, alzarían la voz contra el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que como presunta defensa a las mujeres víctimas de violencia de sus parejas, activó la inconstitucional LIVG, que desde que entró en vigor no ha dejado de hacer subir los asesinatos de mujeres en el ámbito de la pareja; y contra el actual gobierno social-comunista y pro-etarra, que ha tenido el valor de activar una Ley del ‘Sólo sí es sí’ que ya lleva disminuidas las penas a más de 1.200 agresores sexuales y puestos en libertad a más de 120, uno de los cuales ya ha vuelto a violar.

¿Y cuál es la razón por la que ni Ángel ni el resto de los defensores del término ‘violencia de género’ o ‘machista’ alzan la voz contra estos dos gobiernos, responsables de la mayor cantidad de mujeres víctimas, que tienen la responsabilidad y la competencia en la defensa de la mujer? Muy sencillo, porque no son más que activistas del social-comunismo, incapaces de verter ni una sola opinión crítica contra ellos y, por tanto, absolutamente exentos de dignidad para hablar de violencia contra la mujer.

Yo, en cambio, odio la violencia; pero todas las violencias. No consiento que se categoricen las violencias, que se establezcan prioridades en la lucha contra unas u otras y, por supuesto, aborrezco que se discrimine a los ciudadanos en función de su género, con penas y medidas policiales diferentes en función de si se es hombre o mujer. Me rebelo contra la pérdida de la presunción de inocencia por parte del hombre en este tipo de delitos y deseo a todos los que defienden este moderno y abominable concepto, que sufran en sus carnes dicha pérdida de derechos.

Yo detesto cualquier tipo de violencia, condeno a los hombres que agreden a sus mujeres, como a las mujeres que agreden a hombres o a hombres que agreden a otros hombres o a la cabra de la Legión; y me descojono de quienes piensan que un piropo, una mirada, una insinuación o incluso un pico es una agresión sexual.

Mi dignidad se basa en la condena frontal de todo tipo de violencia; y la falta de dignidad de Ángel y sus correligionarios es que necesitan defender que se categoricen las violencias, para seguir defendiendo a la más nefasta de las ideologías de la historia, enfrentándonos continuamente unos a otros para tapar su negligencia y las ruinas que ha ido dejando a su paso. Querido Ángel: stop a todo tipo de violencia. Si tienes dignidad, supera eso.

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