VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Un partido en el que mandan los Álbalos, Cerdanes, ‘Albóndigas’, ‘Marisús’ y ‘Pedros Chapotes’ y son insultados Felipe, Guerra y Redondo Terreros, por Víctor J. Hernández Bru.
La única buena noticia de todo lo que está pasando con el Partido Sanchista Trolero Español y su líder, Pedro Chapote, es que cada día que pasa tiene más pinta de que el partido no va a aguantar el proceso de autodestrucción al que éste le está sometiendo de manera continuada, cruenta e inmisericorde.
Si la izquierda es sectaria en general, el PSOE se ha convertido en el símbolo del más rancio y punzante sectarismo, hasta el punto de que todo lo que está fuera de sus límites, se convierte en absolutamente en el enemigo no ya a batir, sino directamente a destruir; mientras que lo que, siendo diferente e incluso opuesto a sus ideas, se aproxime y decida apoyarlo, pasa directamente a ser idolatrado por decreto.
Así, en los últimos años hemos asistido a un proceso de constante desacreditación de partidos ideológicamente opuestos a él, por parte del partido, de sus miembros y de los medios de comunicación de los que el socialismo se rodea, encarnado principalmente en el PP y sobre todo en Vox, pero que también afectó en su día al partido derechista Juntos por Cataluña, que ahora, por arte de magia, ahora ha pasado a ser admirable para el socialismo.
Pero el proceso destructivo del Partido Sanchista no afecta sólo a personas u organizaciones ideológicamente opuestas a sus ideas. No hace tanto, hemos asistido a cómo Pedro I El Falso ha defenestrado a todo aquél que internamente, ha discrepado de una manera más o menos notoria. Hasta ahora, el caso más notable había sido el de Susana Díaz, a la que no pararon hasta destruirla políticamente, lo cual no diré yo que no fuera acertado, pero desde luego no a manos de los que se suponían suyos.
Y más recientemente hemos podido ver lo sucedido con Redondo Terreros, que ha osado a manifestar su oposición a los pactos con independentistas y, en concreto, a la amnistía a los presos golpistas y a cualquier tipo de negociación para la autodeterminación de catalanes y vascos. Directamente, el que fue líder del socialismo vasco ha sido defenestrado, eso sí, ante el silencio cómplice de todos sus compañeros de partido.
Esta semana, nada menos que Felipe González y Alfonso Guerra han alzado la voz contra ese sanchismo pueril, ridículo, criminoso y miserable, no sólo señalando la imposibilidad de cuadrar amnistía y autodeterminación en el marco constitucional. Nada menos que los dos máximos responsables de que el PSOE llegara por primera vez al gobierno de España, han repetido lo que todo el mundo sabe: que el Sanchismo ha cruzado líneas que son intolerables.
¿Y qué respuesta han recibido a cambio? Pues las esperadas: por un lado el silencio de los cobardes, que han huido como cucarachas ante las preguntas de los infornadores para no comprometerse; y por otro, el rechazo de los más consumados y abnegados sobadores de lomo de Pedro I El Falso, de entre los que ha dado especial asco la aportación del ministro de Cultura y Deporte, rotundo analfabeto y antítesis de todo lo deportivo, el ‘señor Albóndiga’, que ha calificado las declaraciones como “antiguas”, el muy ‘moderno’.
Es en lo que se ha convertido el socialismo y el PSOE, en un partido en el que mandan los Ábalos, Cerdanes, ‘Albóndigas’, ‘Marisús’ y Pedros Chapotes y son insultados y despreciados los creadores del mismo. Insisto: la buena noticia es que quizás ya estamos cerca del final. Será España la que gane. Y los españoles, claro.