VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Juan Antonio Lorenzo debe dimitir por mentir en el Parlamento y exhibir su mayúsculo desconocimiento sanitario, por Víctor J. Hernández Bru.
Lo dije ayer, tanto en nuestra #TertuliaSinComplejos como en #esLaMañanaAlmería y lo voy a repetir: Juan Antonio Lorenzo no puede permanecer ni un segundo más como máximo responsables del PSOE en Almería y, sobre todo, no puede cobrar ni una peseta más como parlamentario andaluz.
Mirad: uno puede ser impreciso, falto de rigor, mentiroso, manipulador e incluso miserable en la barra de un bar, de botellón con los colegas, en una acampada en el monte o en una reunión con sus cuñados. No debe, pero puede. Pero bajo ningún concepto puede comportarse de estas maneras en un parlamento en el que representa a los ciudadanos que, por cierto, pagamos con generosidad su sueldo.
Tras hacerlo ante los medios de comunicación y recibir la advertencia de que estaba mintiendo por parte de los periodistas de esta casa y por mí mismo, Juan Antonio Lorenzo se ha ido al Parlamento de Andalucía a mentir y, sobre todo, a exhibir su rotunda, palmaria, descarada, inconsciente y vergonzante falta de conocimiento de cómo funciona el sistema sanitario andaluz.
Pero además, lo ha hecho jugando con la sensibilidad de dos familias que tristemente han perdido a dos de sus miembros recientemente. Lorenzo ha ido a la sede del poder legislativo andaluz a afirmar que el ciudadano que perdió la vida durante la Feria en las calles de Almería estuvo esperando una ambulancia durante 40 minutos; y el que posteriormente lo hizo en El Alquián esperó 45. Y ambas cosas son mentira.
Pero incluso más grave que el hecho de que sean mentira, es el que Lorenzo no ha tenido ni la más mínima curiosidad por conocer la verdad, puesto que todo el proceso que se vive desde que se recibe una llamada de emergencia en el 061 queda grabado, con todos sus hitos temporales incluidos. En ese registro, repito, automático, consta que el tiempo que transcurrió desde la llamada de urgencia en el primero de los casos hasta la llegada al lugar de los hechos fue de 16 minutos en el primer caso y no 40; y de 7 en el segundo y no de 45.
Pero además, es que si Juan Antonio Lorenzo tuviera la más mínima inquietud por conocer cómo funciona un sistema sanitario, si hubiera solicitado el registro de las llamadas o hubiera acudido al centro para conocer el funcionamiento, sabría que en el primero de los casos, la primera llamada de auxilio habló de un hombre tumbado en la calle en estado consciente, lo cual está tipificado, no ahora sino siempre, con un calificativo dentro del rango de urgencias que se reciben en el servicio y, en función de se protocolo, se llevó a cabo el despliegue con perfecta fidelidad al mismo.
Pero todo esto a Lorenzo le da igual. La razón por la que Lorenzo no investiga, no estudia, no pregunta, en definitiva no trabaja, es que a él la realidad le da igual. La pasada semana, su compañero Sánchez Teruel habló de “caos educativo” y de “comedores escolares cerrados” y, al día siguiente, cuando esRadio Almería le demostró que ni había habido caos ni comedores cerrados, respondió que “yo no soy la Junta y por eso no tengo los datos”.
Ahora, Lorenzo, que evidentemente no tiene los datos, ha jugado con el dolor de dos familias, dando pábulo a las versiones que ha recibido sobre los casos, en lugar de hacer una comprobación que era muy sencilla de hacer. Y además, añadió el vergonzoso, el sonrojante comentario de que el caso del Casco Histórico podría haber sido atendido por sanitarios del centro de salud que estaba a 300 metros.
Podría pedir que cualquier sanitario respondiese a esta sublime y mayúscula muestra de incultura sanitaria, pero lo haré yo mismo: el señor Lorenzo no se ha molestado ni siquiera en enterarse de que ese día era domingo, domingo de Feria; y que los domingos los centros de salud de la capital están cerrados siempre, desde siempre, también en los 38 años de gobierno socialista; y que las urgencias se atienden desde el 091 y desde los centros de Bola Azul, Torrecárdenas y Almería Periferia en La Cañada.
Sinceramente, como andaluz, me da muchísima vergüenza estar representando por un señor así en nuestro Parlamento y pido, ruego, exijo su dimisión, por mentir, por desconocer, por jugar con los sentimientos de dos familias doloridas y, sobre todo, por no tener ni idea de lo que habla… ni interés en aprender.
