VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Ya han cantado las ranas, las filoterroristas y las golpistas. ¿Y ahora?, por Víctor J. Hernández Bru.
El día anterior nos habíamos acostado con la fotito de doña Rogelia, esa vicepresidente que da unos abrazos y unas caricias que sonrojarían a Luis Rubiales, sin que nadie diga absolutamente nada, la conocida ya como ‘la Rubiales rubia’, con el golpista, sedicioso, malversador y prófugo de la Justicia, Carlos Puigdemont.
Hay juristas que dicen que el hecho de que una vicepresidente del gobierno vaya a visitar a un huido de la Justicia es un delito, pero en todo caso, de lo que no hay duda es de que es un comportamiento indigno, que apesta.
Tras su cariñoso encuentro, todo quedaba a expensas de saber qué peticiones, vamos, exigencias, ponía sobre la mesa el prófugo para apoyar la investidura de quien sea, sea cual sea el resto de su programa de gobierno, su ideología, su posicionamiento o su capacidad de gestión.
La ‘rana’ tardaba en ‘cantar’ menos de 24 horas. Y, oh sorpresa, lo que piden Puigdemont y sus Juntos por Cataluña es, ni más ni menos, que amnistía sin condiciones para todos los condenados por el Proceso del 1-O e inicio del proceso de autodeterminación de Cataluña, con mecanismos de verificación de que todo esto se va a llevar a cabo.
Pero claro, cuando en una ‘charca’ se oye el ‘cantar’ de una ‘rana’, enseguida se produce el efecto contagio y, el mismo día, alguien podrá pensar que por casualidad, ha salido a la palestra el partido pro-etarra EH Bildu para poner sobre la mesa sus exigencias, que pasan por la misma que las de los golpistas catalanes: la autodeterminación pero no sólo del País Vasco, que ellos llaman Euskalerría, porque son así de originales, pero sumando además Navarra y tres provincias de lo que fantasiosamente consideran el País Vasco francés.
Oyes, pues nada: ya lo tenemos claro, para el que no lo tuviera. Ya no hay dobleces ni dudas. Estos señores se quieren marchar de España, pero no ellos solos sino con todos sus vecinos, los ciudadanos de los territorios donde ellos viven. Y lo ponen como condición indispensable para apoyar la investidura de cualquier candidato a la presidencia del gobierno.
Ahora lo que hay que ver es si estos señores, los de la extrema izquierda terrorista y los de la derecha golpista, están hablando en serio, si de su palabra nos podemos fiar lo más mínimo y si están dispuestos a que se repitan las elecciones en caso de que no les concedan estas condiciones que son absolutamente imposibles de conceder dentro del actual marco constitucional, es decir, de la Constitución del 78.
A uno le gustaría pensar que sí, que los golpistas de Puigdemont y los filoterroristas de Otegi tienen palabra, pero la historia nos demuestra que no, que ellos van a lo que van: a por más pasta para ellos y para sus territorios, más beneficios, más discriminación al resto y más prebendas para todo lo que ellos les dé la gana.
Y mientras tanto, España depende de esta gentuza para seguir funcionando. Cada día que pasa tengo más claro que, sin ellos y sin los territorios en los que les han dejado tener este protagonismo, viviríamos en un país sensacional. ¡Dios, qué tentación!
