VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Más mujeres asesinadas que nunca y en este gobierno social comunista nadie asume responsabilidades, por Víctor J. Hernández Bru.
Es flipante, nunca deja de asombrar, la capacidad que tiene la izquierda para no asumir jamás ni una sola de las responsabilidades que sus políticas, habitualmente ruinosas y palmariamente ineficientes, provocan de manera impenitente. No exagero: a quien tenga dudas, le invito a encontrar un solo momento de la historia de los dos últimos siglos en los que un político de izquierdas que haya admitido tener alguna responsabilidad en alguno de los desastres que, con una efectividad del cien por cien, provoca su falsaria, caduca y disparatada ideología.
Veamos: uno de los sellos de identidad de esta izquierda social comunista que nos mal gestiona en la actualidad en este país es la lucha contra la violencia contra la mujer, mal llamada por esta gentuza totalitaria de la izquierda ‘violencia de género’ o ‘violencia machista’.
Antes de llegar, presumían de que iban a tomar medidas para acabar con esta lacra, cuando tomaron posesión, pusieron en práctica medidas absolutamente abusivas, inconstitucionales y discriminatorias que aseguraban que supondrían el final del problema; y ahora, pasados ya cinco años de este infierno social comunista, resulta que las cifras de mujeres asesinadas por sus parejas no sólo no se han reducido sino que, después de haber conculcado algunos de los más básicos derechos de los hombres, esas cifras se han incrementado de manera notable.
Y ante este demoledor dato, ¿qué ha hecho la ministra comunista de Igualdad? ¿Qué postura ha adoptado el presidente del gobierno socialista? ¿Cuál es la actitud de este gobierno social comunista?
¡Bingo! Su respuesta ante la incontrovertible realidad de que el ataque indiscriminado contra el hombre, criminalizándolo en general, presentándolo como un foco de violencia perpetua y permanente, privándolo de su derecho a la presunción de inocencia y colocándolo en la posición de un ciudadano de segunda ante los derechos que sí conserva la mujer, es seguir culpando a quien ya no gobierna desde hace cinco años y, eso sí, no dejar de hablar de machistas y de fascistas.
O sea que, si durante mi mandato las cifras de mujeres asesinadas han aumentado, a pesar de que yo he tratado de criminalizar a todos los hombres, mi reacción, como buen político de la izquierda, como buen socialista o comunista, es culpar a los demás de mi supina e inabarcable incapacidad, como lo han hecho siempre, como lo hicieron con aquella Segunda República en la que sus constantes pifias en todos los sentidos provocaron el fracaso generalizado del proyecto, como en la Guerra Civil, en la que a pesar del apoyo estalinista no fueron capaces más que de hacer el ridículo.
El socialismo, el comunismo, el anarquismo, la izquierda en general son ideologías infantiles en las que la autocrítica y la capacidad de señalar los fallos para poder mejorar no tienen absolutamente ninguna cabida. Pero lo peor no es eso; lo peor es la cantidad de cerebros delgados que les compran la mercancía averiada. Eso sí que es verdaderamente grave.