VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Un primer análisis de la jornada electoral del domingo y el panorama que se plantea: de batallas y guerras, por Víctor J. Hernández Bru.
Lo dije en la noche electoral en la televisión municipal de Almería, en la que estaba realizando mi análisis de los resultados hasta que la comunista y agresora Amalia Román me agredió físicamente poniendo fin a mi presencia allí, en un episodio del que ya hablaré en profundidad en este espacio y en próximos días. Lo dije y lo repito: el motivo principal de la debacle de la izquierda, tanto a nivel nacional como provincial, es que la gente no es tonta, no es nada tonta y, por supuesto, no es tan sumamente tonta como se creen los de la izquierda.
He estado toda la campaña y la precampaña repitiendo que éstas eran las elecciones de chapote y de ETA, las de Galapagar y Pirrakas, las de la sedición y la malversación, las del sólo sí es sí y los violadores en la calle, las de los niños cambiándose se sexo y las niñas abortando sin saberlo sus padres, las elecciones del IPC y las subidas de impuestos por el bien de todos pero sobre todo de unos pocos, las del Falcon y la okupación ilegal de viviendas y las de muchas otras cosas de las que la gente normal, los que nos levantamos por la mañana para trabajar y no para esperar una subvención, estamos hasta las mismísimas narices.
Luego está el rollo ése de todos somos iguales, del progreso hacia atrás, del feminismo, la resiliencia ecosostenible y demás tontadas con las que nos han logrado engañar años y nos siguen queriendo engañar. Pero ya no cuela. La gente normal, los que tenemos pequeños negocios y los que trabajan por cuenta ajena y quieren ser felices con lo que hacen, ésos tenemos ya más que claro que el socialismo y el comunismo es un cuento chino, una engañifa con la que sobreviven los que no tienen nada que aportar, los que prometen el cielo hasta que llegan al poder, momento en el que se olvidan de todos los que no les soban el lomo y les repiten lo guapos, altos y listos que son.
Lo que ha pasado este domingo en España no es más que el principio y queda mucho, muchísimo por hacer. Ni un solo cargo electo del PP o de Vox puede pensar que hay nada hecho. Ahora toca construir de verdad una sociedad próspera que empieza por los ayuntamientos, por las diputaciones, por las comunidades y también por el Gobierno de España; una sociedad en la que el mérito y el trabajo sean el motor de lo que cada uno pueda obtener de la vida, en la que los derechos estén protegidos, en la que los que trabajamos no tengamos que esconder nuestras ideas y sean los chorizos, los que empadronan irregularmente, los que compran votos, los que llevan a personas con discapacidad a votar con la papeleta en la mano o los que agreden, en la calle o en las tertulias de televisión, los que sientan vergüenza, los que se escondan, los que verdaderamente se sientan perseguidos.
Los que así pensamos, hoy estamos muy contentos, pero la batalla ya ha terminado y ya hay que pensar en la siguiente, porque la guerra será larga y el oponente duro. Ellos, los comunistas y socialistas, como hicieron en la República y en la Guerra Civil, no aspiran a otra cosa que a eliminar, a exterminar a todo el que piense diferente a ellos. Nosotros, los demócratas, los liberales, los que creemos en la libertad, los derechos, el valor, el mérito y la economía, nosotros no podemos rendirnos y tenemos los instrumentos para terminar ganando.
Que nadie piense que se ha ganado. Ni un paso atrás y enhorabuena a los que han salido bien librados de esta batalla política. En la siguiente, el resultado debe ser mejor.
