VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Esos empresarios que cobran del Ayuntamiento de Níjar y que aparecen empadronados, de repente, en inmuebles propiedad de concejales y familiares, por Víctor J. Hernández Bru.
En el tema de los empadronamientos socialistas en Níjar, me pasa lo mismo que con los siete familiares del alcalde de Cuevas del Almanzora que conforman al cien por cien la lista socialista en Turrillas: estas cosas siempre han ocurrido, pero es evidente que se están cruzando líneas rojas sin ningún tipo de temor ni disimulo.
Que en ocasiones hay candidatos o partidos, sobre todo en municipios de menor tamaño que, digamos, invitan a otras personas a empadronarse en sus pueblos sabiendo que les votarán es algo que se sabe que ha ocurrido siempre y, además, no es posible de controlar. Es más, ni tan siquiera es ilegal, según se haga. Pero hay límites.
Si de repente varios pequeños empresarios, que como en este caso organizan eventos deportivos en un municipio como Níjar, cuyo ayuntamiento paga de manera prácticamente íntegra dichos eventos, aparecen empadronados en el municipio y además colocan oficialmente sus domicilios en inmuebles que son propiedad de concejales o de familiares directos de éstos, entonces la cosa empieza a ponerse fea.
El caso está completamente constatado por mí, en este caso, y supone además un absoluto descaro, una completa falta de escrúpulos y precauciones, puesto que son varios los casos que se han dado, además con empresarios dedicados al mismo sector, al de los eventos deportivos, que aparecen empadronados en inmuebles en los que es evidente que no vive nadie.
En este caso, es inevitable preguntarse qué demonios hacen los propietarios de pequeñas empresas que trabajan y le facturan al ayuntamiento socialista de Níjar pero que ni han nacido ni han vivido nunca en dicho municipio, empadronándose en propiedades que pertenecen a concejales de éste o a sus familiares. Cabría preguntarles a ellos cuáles son los motivos de esos cambios de residencia y a los concejales y familiares dueños de tales inmuebles cuál es el fin que persiguen alojándolos teóricamente allí, a pesar de que ni residen ni pagan ningún tipo de alquiler al efecto.
La respuesta la sabemos todos y supone un escándalo mayúsculo, porque además concuerda a la perfección con los secretos a voces que circulan por todo el municipio y que hablan de otros casos similares, en algunos casos vinculados con la inmigración. Sin ir más lejos, existe un miembro del equipo de gobierno socialista de Níjar en cuyo cortijo están empadronados hasta ocho señores que tampoco viven allí y que no presentan ningún tipo de documento de alquiler.
Y hay más preguntas, porque yo me pregunto si la ciudadanía, la sociedad civil no posee ningún tipo de recurso para evitar que los contratos públicos pudieran estar presuntamente vinculados a un empadronamiento y, en consecuencia, acaso a un voto; para defenderse de que la tópicamente llamada fiesta de la democracia sea, en realidad, un vomitivo cambalache de intereses de recursos que se practican desde el poder para perpetuarse en él.
Es evidente que este escandalazo hace inevitable que la Justicia se interese al menos por lo que está pasando en Níjar y no sé si en otros municipios almerienses de cara a estas elecciones y vele, lo antes posible y antes de que sea demasiado tarde, por la limpieza de unos comicios que, tras conocerse estos episodios y otros que están aconteciendo en la provincia, está claramente en entredicho.
