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VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Bolaños, Indalecio Prieto, Quirosa el Coletavirus y los paralelismos entre el ‘podemismo’ y la Segunda República, camino de la Guerra Civil

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VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Bolaños, Indalecio Prieto, Quirosa el Coletavirus y los paralelismos entre el ‘podemismo’ y la Segunda República, camino de la Guerra Civil, por Víctor J. Hernández Bru.

Hace ya algunos años, mantuve mi primera y única discusión pública con el que había sido mi director de tesis doctoral en Historia, el socialista Rafael Quirosa. El motivo de la misma fue mi teoría de que, desde hace años, nos encontramos en una situación sociopolítica con profundos paralelismos con la que se produjo en la Segunda República, como paso previo a la Guerra Civil. En la controversia, él, lejos de oponer ideas a mi teoría, se limitó a tratar de desprestigiarla por el hecho de que él era una figura de mayor relevancia investigadora que yo. Obviamente, se olvidó añadir la importancia que tenía y tiene su militancia política a la hora de llevar a cabo sus tesis históricas.

En aquellos tiempos de la Segunda República, en concreto el 13 de julio de 1936, un grupo de guardias de asalto encargados de la seguridad del socialista Indalecio Prieto, acompañados por miembros de milicias socialistas y encabezados por un capitán de la Guardia Civil de paisano, se presentaron en el domicilio del líder monárquico José Calvo Sotelo, lo sacaron de su domicilio en presencia de su esposa, encaminándolo teóricamente hacia la Dirección General de Seguridad, aunque por el camino, el socialista Luis Cuenca le descerrajó dos tiros en la nuca, trasladando luego su cadáver al depósito del Cementerio de La Almudena.

En aquellos tiempos, se aprobaron leyes que perseguían a la religión y a la libertad de enseñanza, se normalizó la incautación de la propiedad privada de manera arbitraria, se recrudeció la violencia callejera, se polarizó la política y se exalto la violencia en el Congreso, donde llegó a aparecer incluso un revólver, aderezando amenazas de muerte e intimidaciones varias. Insisto en que el resultado de aquello fue una Guerra Civil, por todos conocida.

En los años que llevamos en este país desde la aparición de Podemos, en este país se han aprobado leyes que persiguen a la religión y a la libertad de enseñanza, se ha normalizado la incautación de la propiedad privada de manera arbitraria y se ha blindado la okupación ilegal de viviendas, se ha recrudecido la violencia callejera hasta el punto de producirse enfrentamientos que han terminado con derramamiento de sangre de políticos y fuerzas de seguridad, se ha polarizado la política y se ha exaltado la violencia por parte de los partidos políticos de la izquierda.

Este pasado puente, hemos asistido a las amenazas de los líderes de UGT y CCOO de tomar las calles y elevar la conflictividad social si no se les hace caso; hemos visto a todo un ministro del Gobierno de España tratar de tomar al asalto un acto organizado por otra administración del mismo, en el que ya había representación de su Gobierno, y a sus colaboradores tratar de imponerse con la ya famosa frase de “el ministro tiene que subir”; y hemos escuchado a esa bazofia humana, a esa rata chepuda que los españoles nos dimos, seguramente tras una cierta enajenación mental transitoria, como vicepresidente del gobierno, afirmar que tal ministro debería haber empujado a sus guardaespaldas contra la jefa de protocolo del acto para doblegarla y que su señorito se saliese con la suya, ya que, según él, el tal Bolaños representaba la soberanía popular.

Este analfaburro Coletavirus, además de ignorar que en España no existe la soberanía popular sino la soberanía nacional, que reside en las Cortes Generales del Estado como representación del pueblo español, si es que es animal el tipejo, no pierde la oportunidad de evidenciar que es un subproducto de las más miserables dictaduras bolivarianas, donde los comunistas que detentan el poder, tienen todo el derecho del mundo a imponer su criterio por encima del resto de poderes del Estado y de la propia ley.

Ante esta gentuza, el pueblo español sólo tiene dos caminos: o terminar de una vez por todas con este régimen social-comunista y pre-soviético como lo era el del 31, o seguir caminando hacia el desastre que siempre persiguen los amantes del totalitarismo y la violencia.

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