VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Paridades… a la carta, por Víctor J. Hernández Bru.
Qué voy a decir yo, ya a estas alturas, de la demagogia, de la profesionalidad con la que la izquierda practica siempre la labor de mentir, de engañar, de timar, de manipular al personal. Pongase como ejemplo el que se quiera, aplíquese al concepto, al ámbito y al momento puntual que se desee.
Eso sí, hay algunos en los que la frecuencia y la pulcritud con la que lo hacen es del cien por cien. Y, sin duda, el feminismo, la paridad, los techos de cristal, las brechas y los agujeros negros y demás trolas cósmicas sobre hombres y mujeres son uno de ellos.
El disimulo, el pudor, el cuidado a la hora de intentar taparse desapareció hace ya mucho tiempo en general en esta izquierda, pero en esto del feminismo, transformado hace tiempo en feminazismo, con especial hincapié.
Después de la semana del 8-M, la izquierda en general y el socialismo en particular no han tardado en demostrar que lo de la paridad y la igualdad no deja de ser, para ellos, más que una posición política, pero en la realidad de las cosas, nada de nada.
De hecho, días después de reclamar una igualdad de oportunidades que ya hace mucho tiempo que es norma inquebrantable en nuestra sociedad, los socialistas andaluces se reunieron para presentar a sus candidatos a las alcaldías de la comunidad. Al final, foto de familia y, en ella, sobre el escenario, once personas: nueve hombres… y dos mujeres, una de ellas Adriana Valverde, candidata socialista a la alcaldía de Almería.
¿Algún problema? Desde luego para ellos, ellas y ‘elles’, en absoluto. Haced lo que yo diga pero no hagáis lo que yo haga; las normas son para los demás, nunca para mí, la ley del embudo o de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio.
Un par de días antes, justo tras el 8-M, pleno en el también almeriense Ayuntamiento de Níjar. Y en él, mucho 8-M, mucho feminismo y una pregunta: el portavoz de Vox, Pepe Jerez, preguntaba a la alcaldesa por qué él, siendo representante de la ciudadanía, no había sido invitado a los actos institucionales del Día de la Mujer, con comilona para cientos de mujeres a costa del bolsillo de los contribuyentes incluida, casualmente en año electoral. La respuesta de la alcaldesa, socialista y paritaria a más no poder, no deja lugar a la duda: “Yo no lo invité a usted porque usted es hombre”.
¿Alguien se imagina esa frase pronunciada justo al revés, por un hombre referida a una mujer?
Todo es mentira. No creen en la paridad, ni en la igualdad ni en nada de nada. Sólo creen en el ventajismo y la manipulación, en la mentira como forma de vida, en el engaño como modus operandi, en el timo y la trola como pilares fundamentales de su filosofía.
Eso sí, tú, a partir de ahora y con la nueva ley manufacturada por Pedro I El Falso, tendrás que colocar en el consejo de administración de tu empresa al mismo número de hombres que de mujeres, independientemente de la valía de cada uno de ellos. Pensándolo bien, más que consejo, habrá que llamarlo ‘conejo de administración’. Es la nueva paridad, la paridad… a la carta.