VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Tito Berni, ése que “ya no es socialista”: nada es importante, si el responsable es socialista, por Víctor J. Hernández Bru.
Vaya por delante, como suelo decir siempre, que de momento son inocentes, y lo serán hasta que no se demuestre lo contrario, el ‘Tito Berni’ y todos los que están implicados en la investigación de la posible, presunta trama política del PSOE de Canarias en la que, repito, presuntamente, se pagaban mordidas (con perdón) en el ámbito de determinados negocios, con ramificaciones e implicaciones en ámbitos como el alcohol, las drogas, la prostitución y, digamos, otro tipo de ‘mordidas’, de un carácter más físico.
Mantendré su inocencia hasta que un juez no demuestre lo contrario y procuraré no caer en el error de creer en el principio de presunción de inocencia sólo cuando se aplica a quienes siento más cercanos y no en el caso de quienes considero enfrente.
Eso sí, no descubro nada si afirmo que, en el caso de que la trama sea demostrada y estén implicados el número de diputados socialistas que lo estén, esto empezará ya a parecerse mucho a una costumbre: la de que gentes de la izquierda que de repente se ven rodeados de poder, o como se dice ahora, empoderados, terminen protagonizando bacanales como las que se pudieron probar en el caso de Roldán y sus colegas, allá por los 90, o las que protagonizaron socialistas y comunistas andaluces en Andalucía durante décadas, con pelos y señales como coca, putas y Don Ángelo.
No sé cuántas veces es necesario que se repitan unos hechos para que pasen de ser considerados anécdota a entenderse como parte de la normalidad, pero resulta más que significativo que en tantas ocasiones la izquierda y en concreto el socialismo transite con total naturalidad desde la elección institucional al ejercicio del poder omnímodo y de ahí al despilfarro de dinero en la rienda suelta de las más bajas o altas pasiones, según se entienda.
Y es que, siento tener que decirlo, es sociológicamente bastante normal que cuando a alguien con pocos méritos en su vida y, por tanto, con poco acceso al poder, de repente lo conviertes en el gestor de grandes cantidades de dinero, termine pensando que el cortijo es suyo y que cualquier uso del mismo está dentro de sus competencias. Aplíquese al socialismo en particular y a la izquierda en general.
Por supuesto que, para el socialismo patrio, para sus satélites comunicativos subvencionados igualmente con dinero público y para el rebaño de siempre, los hechos carecen de la menor importancia, no quieren decir absolutamente nada y, por supuesto, no merecen ni un solo comentario del secretario general del partido y presidente del gobierno y apenas 17 segundos por parte de su portavoz en el Congreso.
No es importante, como no es importante pactar con los asesinos de sus propios compañeros de partido, como gobernar y reducir las penas a los golpistas independentistas, como acercar a los etarras al País Vasco, como permitir que los comunistas saquen adelante leyes que sacan a la calle a violadores o permiten abortar o cambiarse de sexo a nuestros hijos sin consultarnos… nada es importante, si quienes lo hacen son ellos.
“Ese señor no es socialista”, ha dicho el filósofo Pachi López. Y después se ha fumado un puro. Ya hemos comido. Ya está todo solucionado. Cualquiera que, habiendo sido elegido por los socialistas para presentarse a ser elegido por la ciudadanía, valga la redundancia, y que se pudiera comportar como un chorizo, como un malversador, como un depravado, como un drogata o como un putero, queda directamente exonerado de la reflexión pública de su partido a la voz de “ése ya no es socialista”.
