VÍDEO BLOG #Miedodequé?: El Tajo-Segura, Galasa, Juan Antonio Lorenzo, el hipopótamo y el ‘Scattergories’, por Víctor J. Hernández Bru
Que dice Juan Antonio Lorenzo, líder de los socialistas almerienses, y quien no se lo crea que se ponga el podcast en www.esradioalmeria.com, que si el maltrecho y pernicioso Gobierno de España, gobernado por el partido que ya nos privó del agua del Ebro, ahora nos recorta la que viene del Tajo, no pasa nada; que más agua desperdicia, según él, la Diputación con Galasa.
De los creadores de “no conozco las cifras de violadores que han visto reducidas sus penas, pero yo estoy centrada en los problemas de los almerienses” (Adriana Valverde) y de “si la Sanidad andaluza ha mejorado es gracias al dinero que nos ha mandado Pedro Sánchez” (Sánchez Teruel), llega ahora “la solución al problema del agua son las desaladoras” y “la culpa es de Galasa”, por Juan Antonio Lorenzo.
Mira que es difícil, pero seguramente Lorenzo, que llegó al cargo disfrazado de sensatez y espíritu conciliador, está batiendo todos los récords de la trola ‘parvularia’, la más común en los jardines de infancia, la más zafia, infantil e infumable de las trolas.
Cómo si no, tratar de que cuele lo de las desaladoras, que fue exactamente lo mismo que nos dijeron hace 19 años, cuando el infausto Zapatero adoptó, como primera medida al llegar a la presidencia, la supresión del Trasvase del Ebro y del Plan Hidrológico Nacional ya estructurado, consignado y comenzado por el anterior gobierno del PP.
¡Desaladoras! ¡Albricias! ¿Pero cómo demonios pretende este señor que cuele desaladoras como solución al problema del agua de riego agrícola, si desde hace 19 años se ha demostrado, un día tras otro, que ello es absolutamente imposible? He visto pulpos que han colado con mucha más facilidad como animal de compañía.
Sin embargo, el problema para don Juan Antonio es que esto no es el ‘Scattergories’ ni tampoco es suyo, con lo cual no puede amenazar con llevárselo si no se le aceptan las milongas que trata de endosarnos los días pares y los impares.
Algo menos evidente, pero no mucho, es lo de Galasa. Para los no iniciados, Galasa gestiona agua de consumo humano y no para el riego; y tal como explicaba ayer aquí el vicepresidente de la Diputación, Fernando Giménez, las pérdidas en el caudal que gestiona no se debe a una negligencia de la Diputación, sino al deterioro de la red de abastecimiento de algunos de los ayuntamientos que lo reciben.
Pero, si se apura, lo más grave no es el intento de colocarnos un hipopótamo en la solapa con lo de las desaladoras o con lo del agua de Galasa; sin ningún género de dudas, esa actitud, esa estrambótica mezcla de altivez, suficiencia y, al mismo tiempo, sumisión al poder establecido dentro de su partido, restando importancia y aceptando con paciente resignación el que su jefe haya decidido que para Almería no venga el agua que es imprescindible para que se mantenga nuestro sector agrícola.
