#Blog #ElMejorApaño: Socialismo: Impuestos altos y gestión pobre, por Antonio Jesús Hidalgo
Según datos oficiales y públicos, extraídos de las actas de pleno y el propio boletín oficial de la provincia de Almería, la Corporación Municipal vicaria en esta última legislatura (2019-2023) ha aprobado cuatro presupuestos generales, por un montante total que supera la cifra de 100 millones de euros. Esto es a razón de 25 o 26 millones por anualidad; comenzando 2019 con 26,8 millones; en 2020 se bajó a 25 casi redondos (tema Covid); para 2021 subió algo por encima de esos 25 y en 2022 ascendió a 26,5 millones de euros.
Para datos de la importancia y trascendencia que el ejecutivo local deposita en dicho documento (el presupuesto), todos ellos han sido aprobados fuera del tiempo que marca la legislación en materia de haciendas locales, que insta antes del 31 de diciembre de la anualidad anterior, evitando la prórroga del mismo, que entraña dificultades de funcionamiento y límites en cuanto a inversiones y demás, a pesar de contar con una mayoría absoluta en el plenario. Luego no se entiende el retraso en los plazos de todos ellos; el de 2019 se aprueba el 28 de noviembre (terminando el año); el de 2020 el 30 de julio; el de 2021, el 17 de febrero (el más madrugador); el de 2022 el 10 de marzo y el de este año (2023), ni está ni se le espera, a las puertas de las elecciones municipales. Con lo que, los vicarios no sabemos, cuánto, cómo y en qué se van a gastar lo que se detrae de nuestros impuestos.
De la lectura del desglose de los capítulos y las partidas o aplicaciones presupuestarias, resulta significativo que cada ejercicio se haya presupuestado/previsto un capítulo de inversiones (el número VI de las de gastos) rondando el millón y medio de euros por anualidad; lo que significa que en Vícar, se han debido iniciar o ejecutar obras por más de 6 millones de euros en estos últimos cuatro años (eso es más de mil millones de las antiguas pesetas). Además, lo más sangrante es que a ese capítulo se le denomine “Inversiones Reales”…manda pantalones. Y es que, puede ser, que no todo el mundo disponga de las posibilidades o del tiempo para consultar boletines, asistir a los plenos, o hacer un seguimiento de la actividad municipal, es comprensible. Pero sí es una realidad, que todos los vicarios podemos comprobar las obras municipales que se han llevado a cabo en esta legislatura.
No voy a pedir que nos metamos en el portal de contratación de las Administraciones Públicas, para comprobar dichos datos; ni siquiera que acudamos a todas y cada una de las actas de las Juntas de Gobierno Local celebradas…ni mucho menos, simplemente que nos demos una vuelta por el Municipio y comprobemos de primera mano los conatos de obras que se están llevando a cabo o que hayan finalizado y que sean (claro está) de titularidad municipal…ni una sola losa se está moviendo. Según a mí me consta, se ha repasado el asfaltado de un tramo inferior a dos kilómetros de arcén de la N-340 y pintado de verde, que no sabemos si es carril bici, peatonal o ambas cuestiones, para el peligro de sus usuarios.
¿Dónde está el grado de ejecución presupuestaria? En Vícar, no se reponen ni los contenedores rotos. La capacidad de maniobra o de actuación del consistorio vicario es nula. Es decir, se han esfumado 100 millones de euros de los impuestos de todos los vicarios en esta última legislatura que, para nada han repercutido en sus ciudadanos, vía mejora de la gestión de los servicios públicos, construcción de infraestructuras necesarias…etc. Probablemente tenga algo que ver el sueldo de su alcalde, próximo a los 6000 euros mensuales; o el de todos los concejales liberados (hasta 11); o la red clientelar creada en torno al partido socialista vicario…en nuestras manos está el continuar manteniendo a esos vividores de lo público, con los impuestos más altos y la gestión más pobre, o apostar por otra opción.
