#Blog #AlmeríaNoticias.es: ‘¡Salud!’, por Carmen López.
Este jueves escuchábamos a un exultante Pedro Sánchez diciendo que los pacientes oncológicos no tienen que pagar sus tratamientos. ¡Faltaría más, señor presidente! Pero olvida que las medicinas y tratamientos que toca tomarse en casa, esos sí hay que pagarlos si no eres pensionista; seas rico o pobre, una dicotomía tan en su boca en los últimos meses. Todavía recuerdo cuando los gastos farmacéuticos desgravaban en la Declaración de la Renta. Ya no recuerdo quién quitó de un plumazo esa medida.
Ahora, si además eres autónomo, ‘palmas’ la mitad del coste de los medicamentos; algo que, para quien tiene tratamientos por enfermedades crónicas, puede suponer al mes 150 euros, echando por lo bajo y restada la bonificación de la Seguridad Social.
Hay mucho que hacer y cada administración tiene su tarea; pero si realmente el objetivo es el bienestar de los ciudadanos y reducir las brechas sociales, ya va siendo hora de que empiecen por las cosas de comer y las cosas de la salud.
No es difícil encontrar a diario personas quejándose de que no encuentran citas para Atención Primaria; mayores –y no tan mayores- que, hartos de que no les cojan el teléfono, porque no manejan la app de citas, tienen que acabar arrastrándose al centro de salud buscando una cita lo más pronto posible. Si llegas antes de que las hayan entregado todas, con suerte te ven en el día; de no ser así, tendrás que volver al día siguiente, y al otro, y al otro.
Si te manejas con las tecnologías y entras en la App Salud Responde, con suerte, encuentras cita para dentro de 10 días y, si no tienes prisa, te resignas con tu cita y la coges. Es obvio que hay que dar una solución a la Atención Primaria y deben hacerlo.
Pero suceden otras muchas cosas inexplicables. Recientemente he coincidido con alguna persona que padece de migrañas, horribles dolores de cabeza que no te permiten ni abrir los ojos ni comer en más ocasiones de la cuenta. Estas personas, en más ocasiones de las dignamente necesarias, jamás obtienen un tratamiento adecuado a su dolencia. Antiinflamatorios son los medicamentos que les recetan, a sabiendas de que no les van a rebajar el dolor ni siquiera un poco. Es más barato recetar unas cosas y no otras, pero es inhumano dejar sufrir constantes dolores de cabeza cuando hay remedio para ello.
Ahora que se ha puesto de moda hablar de la salud mental -¡Ya era hora!-, es importante que quienes tienen en su mano librar a las personas de sus dolencias no escatimen en medios. La salud mental también depende de nuestra salud física, y vivir con dolor no ayuda.
