VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Pedro I El Falso, las subidas de sueldo, la inflación, el paro y ese tipo que besa en la boca a sí mismo mientras el país se desangra con su política, por Víctor J. Hernández Bru.
La pregunta es, ¿con qué podríamos comparar a Pedro I El Falso a hablando sobre economía? No sé, podría ser con la Abuela de la Fabada hablando de baloncesto de la NBA; a Robinson Crusoe hablando de orgías; a Hitler hablando de empatía; o a Bud Spencer de dietas veganas.
Cada día que pasa, el tipo que nos preside como país se supera en holgura, en desvergüenza y en descaro, pero lo hace especialmente cuando se mete en cifras, en números, en ese tipo de temas de los que no tiene ni la más repajolera idea pero sobre los que se empeña en dar lecciones.
Y si la semana pasada la terminó aconsejando a los empresarios que suban los sueldos, ésta la ha comenzado afirmando que las cifras del paro son soberbias.
Vamos a ver, querido petimetre: en un país con la inflación a un 10%, pedir que suban los sueldos es exactamente igual a echar gasolina al fuego, que guardar las gallinas con la ayuda del zorro o que darle un cafelillo doble a un infartado.
Seguramente, para El Falso, esto de los números, de la economía y especialmente de los precios es un arcano indescifrable, pero uno no alcanza a comprender cómo es posible que no haya nadie a su alrededor que le explique que, hablando de números, cada vez que habla sube el pan.
Y luego va el tipo y afirma que las cifras del paro son soberbias, espectaculares, morrocotudas. Unas cifras que son las de peor crecimiento de la última década, y que por tanto no son nada buenas, aunque en realidad serían pésimas, horribles, para salir corriendo, si las personas con un contrato discontinuo y que en este momento del año están parados fueran consideradas como desempleadas, como toda la vida de Dios.
Ahora, esos tipos, que están en su casa mano sobre mano, se consideran empleados, a pesar de que son parados a tiempo completo. Pero eso sirve para que El Falso duerma feliz esta noche en su inconsciencia, que se vaya a la cama pensando lo bueno que es y el culito que tiene.
Porque el problema de El Falso, cada día estoy más convencido de que no es su ineficacia ni su prepotencia, sino su mayúscula inconsciencia, su inconmensurable ignorancia; ésa que le hace pensar, estar convencido realmente de que está siendo un presidente magnífico, que está ayudando de manera cojonuda a la clase trabajadora y administrando una justicia social que te rilas, mientras el país se desangra, todo hijo de vecino es cada día más pobre y la Unión Europea nos mira de reojo flipando, porque en menos de once años va a tener que activar los mecanismos de rescate por segunda vez, mientras no hay nadie con un átomo de valentía para decirle al puñetero rey que sí, que está desnudo como su madre lo trajo al mundo.