Radio blog #PaseoAbajo: «Moreno Bonilla niega autorización para construir invernaderos» por Juan Torrijos.
Siempre hemos creído…
¡Pero, qué ilusos somos o qué tontos, puñetas!
…que los gobiernos están para solucionar los problemas de los ciudadanos.
Y nosotros lo creíamos, oiga. Estábamos convencidos de que los gobiernos buscaban el bien de los ciudadanos y la solución de sus cuitas y necesidades.
¡Y un cuerno!
Entendíamos que, si el país y su industria tienen necesidad de gas, se busca la manera de conseguirlo.
Si es petróleo lo que se precisa, se comprar al mejor postor, si ello ocurre con la electricidad, trigo, aceite de girasol o cualquier otra materia prima, el gobierno, creíamos nosotros…
¡qué ilusos y zipotes somos!
…era el encargado de buscarlas y ponerlas a disposición de los ciudadanos.
Hace muchos años, los creíamos olvidados, andaba por aquellos tiempos de gobernador civil de la provincia almeriense el socialista malagueño Tomas Azorín, cuando se creyó que era el momento, ante la crisis de agua en el acuífero del Poniente, de poner coto a la creación de invernaderos. Se llegó incluso a sacar algún documento sobre la cuestión. Y los medios de comunicación se hicieron eco de lo que se preveía como una clara prohibición a la construcción de nuevos invernaderos.
La cosa no llegó a mayores. El documento se quedó olvidado en los cajones y las tierras del poniente y del levante se siguieron invernando en esta provincia nuestra, para mayor gloria de un sector que ha sabido capear con nota los problemas que se le han ido presentando.
Pero el miedo estaba ahí. El político no estaba por ayudar a buscar soluciones al sector agrícola almeriense, más bien al contrario.
Es necesario reconocer que, con el paso del tiempo, y con su segunda llegada a tierras almerienses, en esta ocasión como presidente de la diputación, Tomás Azorín demostró ser de los pocos políticos que puso los intereses de la provincia incluso por encima de los de la Junta de Andalucía y de su partido. No es cuestión de contarles la historia de Tomás en Almería, quizás otro día, pero sí dejar constancia de que, con sus sombras, tuvo mayores luces a favor del desarrollo de las gentes de esta tierra.
En estos días hemos conocido que el presidente de la Junta de Andalucía, el popular señor Moreno Bonilla, ha negado cubrir de plástico cien hectáreas en la finca Mazorque para la producción de tomate.
¡Mucha fiesta de tomate, mucha, pero a la hora de la verdad, ya vemos lo que hace la política con los pobres y rojos tomates!
¿Será por el color?
No creo que en el Pp existan sectarios de tal naturaleza.
¿Entonces?
Que no hay agua para el riego de las hectáreas que se quieren invernar, dice doña Carmen Crespo.
Por ese razonamiento, para qué compra el gobierno petróleo, que los coches no funcionen, los aviones dejen de volar y todos a viajar en bicicletas.
Que no hay gas, el butano a la “merde”, y a volver a cocinar con carbón.
Que no hay trigo, no se come pan, y encima el personal adelgaza, que tampoco nos vendría mal a algunos.
Pero no, el gobierno se hace responsable de lograr petróleo, gas y trigo.
¿Y si es agua lo que se necesita?
Bueno…Entonces, según para qué.
Es de suponer que, si es para que el personal pueda saciar la sed, haría un esfuerzo el señor Moreno Bonilla y la almeriense señora Crespo, pero si es para la industria, si es para la agricultura, como es este caso, el gobierno de la Junta dice que no hay agua en la zona, que no va a buscarla, traerla, llevarla y que es preferible que no se invernen esas hectáreas que quieren poner en marcha en la finca Mazorque.
¡Adiós al tomate!
Y el Andarax estuvo lanzando durante días al mar (y lo sigue haciendo) el agua que no son capaces estos políticos de guardar y atesorar ante las necesidades de esta tierra.
¡Vaya con los Morenos y las Crespos!
