VÍDEO BLOG #Miedodequé?: ¿Elecciones autonómicas en junio?, por Víctor J. Hernández Bru.
La realidad es que, aunque los partidos políticos deberían convocar elecciones cuando es más beneficioso para la ciudadanía, todos lo hacen cuando más les interesa a ellos mismos. Ha sido siempre así y lo va a seguir siendo. Es más, el que no lo haga así, estará otorgando una absurda ventaja a sus competidores.
Así las cosas, el Partido Popular tiene en su mano convocar elecciones en Andalucía en el momento que le sea más propicio durante los próximos ocho meses. Y lo va a hacer, ¿qué duda cabe?
La cuestión es, ¿cuál es el momento más propicio? Hoy por hoy, la tendencia en las encuestas muestra que el PSOE ha iniciado ya la caída libre que debería haber comenzado nada más ser investido Pedro I El Falso como presidente del gobierno, puesto que ese día y no otro comenzó su irrefrenable carrusel de mentiras y compromisos incumplidos que le han conducido a ser el político más falsario en la historia de España.
Ello haría pensar que cuanto más tarde se convocaran los comicios andaluces, sería mejor para el PP, puesto que la caída sería mayor. El problema es que las encuestas no son una herramienta de tendencia sostenida, sino que van y vienen y que el PSOE en particular y la izquierda en general son expertos en dar la vuelta a las encuestas a base de instrumentos que, si bien son de dudosa legitimidad, se consideran no sólo legales sino además muy efectivos, como la compra de votos a base de prebendas y subvenciones, la manipulación informativa y la mentira como piedra filosofal de su estructura ideológica.
Lo que sí es seguro, siempre que se dé por buena la actual unanimidad de los estudios demoscópicos, es que hoy por hoy, el PP ganaría holgadamente las elecciones y podría, si quisiera, que ésa es otra, gobernar cómodamente con Vox (y cuando digo cómodamente no me refiero a la relación entre partidos sino al margen de representantes en la cámara de representación).
Ello nos llevaría a pensar que, cuanto antes se convoque la cita electoral, mejor para el PP. Pero hay un asunto que está amenazando esta otra teoría y que es el escándalo que la prensa pagada por el PSOE a través del gobierno, y ahora vuelto a esos instrumentos de dudosa legitimidad, está montando a partir de la compra de mascarillas durante la pandemia en la Comunidad de Madrid.
Estoy absolutamente convencido, pongo la mano en el fuego, por el hecho de que todas las administraciones que compraron mascarillas y material sanitario durante los días más duros de la pandemia se saltaron algún procedimiento administrativo, porque de lo contrario no habrían hecho bien su trabajo ni defendido a la ciudadanía, ya que tales procedimientos son macizos, rígidos, engorrosos y lentos, por tanto, ineficaces como lo es la administración en sí ante una emergencia inédita y de ese calibre. Y es más, estoy seguro de que, alrededor de todos esos procedimientos, desgraciadamente merodearon sinvergüenzas (no me estoy refiriendo ahora a Sobalecio, que ya ha dejado claro que no le da vergüenza de nada) dispuestos a enriquecerse blandiendo tal situación de angustia.
Mi teoría es que el PP está apurando a ver en qué queda lo de Madrid y, si fuera listo, cosa de la que tengo serias dudas, estará enviando a todos sus ejércitos a comprobar los procedimientos llevados a cabo para la compra de mascarillas en todas las administraciones gobernadas entonces por el PSOE, como éste ha hecho con las suyas.
Me da a la nariz que la fecha de las elecciones andaluzas va a tener que ver, en parte o en mucha parte, con la evolución de ese caso en los próximos días, a pesar de que se trate de un caso absolutamente vano, vacío, intrascendente, elevado a la categoría de escándalo por esos medios pagados con dinero de todos por orden del PSOE, que pasan de puntillas por la imputación de Colau en Barcelona, la de la vicepresidenta del gobierno valenciano Oltra, el escándalo de abusos de menores con imputación de los gobiernos socialistas de Valencia y Mallorca o el caso FAFFE, entre otros, en Andalucía. ¿Verdad que esto te vuelve a recordar el concepto ése de instrumentos de dudosa legitimidad?
