Actualmente se están ejecutando obras para mejorar los accesos en el entorno de la Ermita de la Salud.
El Ayuntamiento de Huércal-Overa continúa mejorando el entorno del casco histórico, así se están ejecutando obras en la zona de la Ermita de la Salud para mejorar este lugar que es un referente en el municipio y parte de la historia del mismo.
A través del Programa de Fomento del Empleo Agrario (PFEA), gestionado por la Diputación Provincial de Almería, se están realizando las obras con las que se mejoran los accesos a la Ermita desde Calle Huertos y Calle Granero, procediendo además al adoquinado de la calle y a la sustitución de la red de saneamientos y servicios. Actuaciones con las que se repercute en los servicios a los vecinos y en la estética de la zona.
El alcalde, Domingo Fernández, y el concejal de Servicios, Andrés Sánchez, han comprobado la marcha de los trabajos en la zona. Fernández ha destacado que “a través de estas obras continuamos mejorando el entorno del Caso Histórico de nuestro municipio, en este caso en la zona de la Ermita de la Salud un lugar que atesora parte de la Historia de nuestro municipio y que es frecuentado por las vecinas de la zona que acuden a rezar el rosario. Desde el Ayuntamiento seguimos mejorando servicios a nuestros vecinos a la vez que embelleciendo nuestro término municipal a través de este programa con el que ejecutamos obras que permanecen en el tiempo”.
La Ermita de Nuestra Señora de la Salud debe ser muy antigua, por cuanto se ignoraba su verdadero origen en la época en que don Enrique García Asensio estaba escribiendo su monumental historia de Huércal-Overa (1908-1911). Se contaba, sin embargo, que un enfermo poseía la primitiva Virgen en un fanal, con la que imploraba la caridad pública. Murió el enfermo, y por su voluntad construyeron los vecinos un poste o nicho en el sitio en que hoy se encuentra la ermita, donde colocaron dicha imagen.
Pasaron algunos años y se edificó por suscripción de vecinos una pequeña ermita, que media de extensión cuatro o seis varas cuadradas. En este tiempo se rezaba el rosario todos los sábados y salían los vecinos después, hombres y mujeres, en procesión, entonando cánticos a la Virgen.
Un día pasó por allí don Vicente Mena Mena, y llevado de la devoción que le inspiraba aquella pequeña Ermita, llamó al albañil José el Marqués y le encargó que la reformara a su costa. Después, don Plácido López la lejó.
En la actualidad mide 3 metros de fachadas por 15 de fondo. Nos dice también García Asensio que muchos siglos antes de construirse la ermita, en lo que hoy son sus espaldas, estuvo el primer edificio del Ayuntamiento de Huércal-Overa, aunque sólo se levantó la planta baja, y frente a éste se edificó el primer pósito o granero de trigo.
Los vecinos del municipio lo tienen además como un lugar de culto a diario que incrementaba sus visitas cuando los días previos a Semana Santa se trasladaba a la misma a la Virgen del Río que tanta devoción tiene entre los huercalenses. Convirtiéndose por las tardes en esos días en un hervidero de feligreses que acudían a ver y a rezar a la Virgen, desde allí la tarde del Domingo de Ramos se trasladaba a la Era para la recepción por parte del pueblo de Huércal-Overa previa a su procesión. La historia de esta Ermita está también ligada a la del Cura Valera y es que alrededor de la misma D. Salvador Valera Parra acudía muchas de las noches a acompañar y rezar junto a enfermos, llevando también su ayuda económica para la gente humilde de ese barrio.
