El Auditorio Maestro Padilla ha ofrecido este clásico cuento de danza, donde el público disfrutó con la elegancia, armonía y plasticidad de los bailarines.
‘El Cascanueces’ es una ensoñación. Y también ha sido la mejor manera de poner el broche de oro a la Navidad y comenzar con amor la programación de invierno. La elegancia, armonía y plasticidad del Ballet Nacional Ruso ha enamorado a los almerienses que asistieron en la tarde de ayer, domingo, al Auditorio Maestro Padilla. La conjunción en las coreografías y las bellas figuras individuales o en dúo han sido muy aplaudidas durante las casi dos horas de representación. ‘El Cascanueces’ es la historia de un juguete roto que cobra vida ante la incrédula mirada de unos niños, después de que el mago y su teatro de títeres lo dejaran como regalo tras una fiesta de Navidad. Es uno de los ballets más representados, y su magia y ensoñación han encandilado al público.
Dirigido por Sergei Radchenko, el Ballet Nacional Ruso ha mostrado una composición de dos actos, originalmente coreografiado por Marius Petipa y Lev Ivanov con una partitura de Piotr Ilyich Tchaikovsky. El libreto es una adaptación del cuento de Hoffmann ‘El Cascanueces y el Rey Ratón’. Se estrenó en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, el 18 de diciembre de 1892, en sesión doble con la ópera de Tchaikovsky, y el Ballet Nacional Ruso lo representa como uno de sus programas estrella de su extensa gira por el treinta aniversario de su fundación. El Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería lo ha incluido, dentro de la estrecha colaboración con este prestigioso ballet.
La puesta en escena ha mostrado una sala presidida por un gran árbol de Navidad, donde transcurre el relato. El vestuario es rico y variado. Y al ritmo de la composición de Tchaikovsky, más de cuarenta bailarines han realizado una visualmente atractiva coreografía, llena de belleza estética y técnica a la que ha respondido el público con atención.
De especial belleza el momento en el que se dibuja sobre el escenario un gran lago en el que bailan los cisnes, representados por las bailarinas, y en el centro la pareja de enamorados. También han sido muy aplaudidos los duetos, en los se han mostrado danzas del mundo.
El Ballet Nacional Ruso se funda en 1989, cuando el legendario solista del Teatro Bolshoi de Moscú, Sergei Radchenko intenta realizar su visión de una compañía que reuniera a los elementos más clásicos de las grandes compañías de Ballet Kirov y Bolshoi en una nueva compañía de ballet independiente dentro del marco del ballet clásico ruso. Los principales bailarines de toda Rusia forjan bajo dirección de Radchenko una emocionante compañía cuyo trabajo en la tarde de ayer pudieron disfrutar los almerienses.
El Ballet Nacional Ruso ofreció con ‘El Cascanueces’ una colección de aventuras donde la danza y la música clásica se fusionan creando una plástica representación que ha deleitado al público que ayer asistió al Auditorio Maestro Padilla. Un bello cuento hecho danza de la mano de excelentes bailarines, que fueron despedidos con grandes aplausos.
