VÍDEO BLOG #Miedodequé?: A la izquierda ya no le vale el consenso del 78: otra de des-Memoria Histórica, por Víctor J. Hernández Bru.
Se ha celebrado esta semana el 43 aniversario de la Constitución, que no es ni más ni menos que el marco legal en el que los españoles nos movemos desde hace dicha cantidad de años. Dicho de otra manera, todo el que este año cumpla una cantidad de años menor a ésa, no habrá vivido nunca bajo otro sistema de Estado y quienes, como es mi caso, estemos por debajo de los 55, prácticamente no nos acordamos.
Aquello, lo de la Constitución, nació gracias a que quienes influían sobre las principales tendencias políticas en aquellos años 70 en este país fueron capaces de entender que no es posible el consenso, el diálogo, el acuerdo y la estabilidad sin que todo el mundo renuncie a sus más extremos postulados, sin que todos los actores presentes en la obra teatral de la política de un país no dejen a un lado una parte de sus aspiraciones, ideas y objetivos.
Fue lo que hicieron aquellos padres de la Constitución, del régimen constitucional; el socialista Peces Barba; el comunista Solé Tura; los centristas Cisneros, Herrero de Miñón y Pérez Llorca; el derechista Fraga; y el catalanista Miquel Roca, que no sólo se sentaron alrededor de una mesa y trabajaron en firme y codo con codo, sino que se miraron a los ojos y se dijeron con sinceridad hasta dónde sabían que podían llegar los suyos en el noble arte de la cesión, de la negociación, además de prometerse mutuamente que se dejarían la piel y la vida en trasladar a sus respectivos partidarios la conveniencia de llegar a un término medio en el que, como todo el mundo sabe, está la virtud.
Claro que comparar a estos juristas experimentados, inteligentes, reflexivos y cultos con la patulea que hoy nos comanda, en especial a los desarrapados que hoy en día representa a la izquierda es como comparar a Pavarotti con el Chikilicuatre.
Y claro, de este abismo reflexivo e intelectual se deriva la situación actual, en la que la izquierda se debate entre la renuncia a ese consenso de los comunistas e independentistas, por no hablar de los pro-etarras, y la espera del momento adecuado del PSOE.
Me explicaré: de los comunistas poco se podía esperar. En aquella época del 78, algunos que habían sido incluso criminales dieron un paso a un lado, dejando protagonismo a lo intelectualmente más potable que había, pero no se podía esperar nada más de ellos. Hoy en día, el poder comunista vuelve a estar en manos de gentuza sin preparación alguna, timadores de baja estofa, telepredicadores de cuarta y analfabetos funcionales cuyas manifestaciones sólo producen el cachondeo generalizado de quien presenta medio dedo de frente. Es normal, que a esta gentuza ya no les valga el consenso del 78.
El peligro está en el PSOE que, de la mano de Pedro I El Falso ahora y de Zapatero antes, no para de lanzar globos sonda para medir cómo sería la reacción popular si se sumara a esta corriente revisionista y pro-comunista de la Constitución. Unos sondeos que, hasta ahora, no han hecho otra cosa que dejarle claro que, por ese camino, sólo le espera el precipicio electoral. El Falso aguarda su momento… como los demás aguardamos su muerte política. Esperemos que esto llegue mucho antes que aquello.
