VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Disciplina de partido, por Víctor J. Hernández Bru.
En ocasiones, alguien me pregunta cómo es que no he tratado nunca de entrar en la política activa. Entiendo que la pregunta nace al comprobar el interés con el que suelo abordar la cuestión. La respuesta es siempre que, por un lado y creo con buen criterio, nadie me lo ha propuesto nunca, entre otras cosas porque la respuesta sería siempre un no, más que nada porque uno conoce sus limitaciones.
En política, impera un concepto que se conoce habitualmente como ‘disciplina de partido’, que es evidente que es incompatible conmigo. La respeto, lo digo completamente en serio, pero estoy convencido de que sería absolutamente incapaz de acatarla.
Por ejemplo, de haber sido diputado del Partido Popular en el Congreso, yo habría ido ayer a la presentación del libro de Cayetana Álvarez de Toledo, cosa que no hizo ni uno solo de los integrantes de tal grupo político, compañeros por otra parte de la autora de la obra.
De haber sido integrante del PSOE, yo hace tiempo que habría proclamado mi vergüenza por la política de Pedro I El Falso, por sus pactos con etarras, indepes y populistas comunistas y por sus constantes mentiras, base fundamental de su obra política, algo que no ha hecho absolutamente nadie en público, a pesar de que muchos lo comentan con mucho miedo y escondiéndose como si las pareces hablaran, cuando están en privado.
La disciplina de partido, repito, es comprensible en cierto modo, puesto que es el pegamento que une a personas que no siempre tienen que pensar lo mismo en todo, pero que en una sociedad tan mediática como ésta, hablando y haciendo cada uno lo que en cada momento pensaran adecuado, desde luego no podrían trasladar jamás una cierta imagen de unidad de acción.
Sin embargo, esa disciplina de partido se ha convertido en el mosquetón con el que Pedro I El Falso mantiene a toda su tropa alerta y amenazada o Pablo Casado y Teodoro García Egea evitan que cada uno vaya a las presentaciones de libros que le dé la gana.
Y ojo, que si se mira a otros partidos, las cosas están exactamente igual o en algunos casos peor. Y si no, obsérvese qué ha pasado en Vox con los que han disentido públicamente de la línea oficial, en Podemos cuando se ha cuestionado cualquier decisión del Coletavirus o en Ciudadanos, donde nadie fue capaz de cuestionar la ‘churri-moción’ de censura de Murcia, que a punto ha estado de cargarse el partido.
Ah, y por cierto: aprovecho para saludar cordialmente a todos los imbéciles que piensan que yo soy una pieza del engranaje de tal o cual partido. Sois todos muy divertidos.
