VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Carmen Mateos, Antonio Heras, Podemos y la cabeza del burro, por Víctor J. Hernández Bru.
Dice el secretario del círculo de Podemos en Almería capital, que su portavoz en el Ayuntamiento de Almería, doña Carmen Mateos, no trabaja para el partido, no va a ningún acto en representación del Ayuntamiento y no dona parte de su sueldo a causas benéficas, como estaba estipulado.
Y claro, habría que decirle a don Antonio Heras que la culpa no es de nadie más que suya, puesto que para estar rotundamente seguros de que esto es ni más ni menos que lo único que podía pasar, tratándose de doña Carmen, tan sólo había que conocer mínimamente a doña Carmen.
En un informe de 53 páginas, el círculo local de Podemos coloca a Carmen Mateos como eso que antiguamente se conocía como hoja de peregil, es decir, verde que te quiero verde, aunque central el tiro y pone el foco en su poca generosidad a la hora de compartir su sueldo, algo a lo que bien podría haber respondido doña Carmen que ha hecho ni más ni menos que lo mismo que hacen otro ilustres representantes públicos de tal formación, sin ir más lejos, el Coletavirus o su esposa, ex esposa o lo que quiera que sea, que a los dos días de tener oportunidad, cambiaron un modesto piso en Vallecas por un chalé guarnecido por decenas de Guardias Civiles.
Pero la realidad, más allá de la poca pericia de tal partido para escoger a sus representantes y de la mentira rotunda e incuestionable que es el comunismo, la realidad es que doña Carmen no es, digamos, una representante pública abnegada y entregada a su labor institucional. O dicho de otro modo, que doña Carmen está disfrutando, a costa de los ciudadanos, de unas magníficas vacaciones pagadas de cuatro años de duración.
Incluso se puede decir de una manera más clara y seguramente más certera: doña Carmen no es que no haya dado un palo al agua en estos dos años y pico, sino que cualquiera que la conociera mínimamente hubiera podido fácilmente adivinar que no ha tenido jamás ni la más mínima intención de hacerlo.
Dicho esto, referido el poco acierto del señor Heras y la, digamos, poca vocación activa de la señora Mateos, me gustaría pronosticar que ésta, como no tenía intención alguna de trabajar cuando se presentó a las elecciones, sino más bien de vivir del cuento cuatro añitos, ahora tampoco tiene vocación alguna de devolver el acta de concejal al partido por el cual la sacó, es decir, que aguantará hasta el final de la legislatura asida al sillón consistorial, por la sencilla razón de que no tiene ningún otro sitio adonde ir… ello suponiendo que estuviera yendo con regularidad a la casa consistorial almeriense.
Como dice mi amigo Miguel López, cuando por la puerta asoma la cabeza de un burro, no cabe duda de que lo que viene detrás es el burro. ¿O no, señor Heras?
