La simetría es fundamental para organizar el espacio y convertirlo en funcional y efectivo.
Las cocinas de planta cuadrada siempre son fuente de inspiración y ofrecen múltiples opciones que si además suman metros cuadrados, podemos tener un laboratorio de ideas y recetas ideal. En algunos casos, se podrá, incluso, tener una isla central que sirva como eje principal y en otros, se podrá plantear otro tipo de distribución. Todo depende del espacio y de las necesidades, pero siempre se parte desde la simetría.
Isla central
Siempre y cuando haya espacio, la isla central es imprescindible, pero también hay que tener en cuenta que debería haber unos 90 centímetros alrededor de la isla y hasta la pared o muebles para poder trabajar cómodamente. Si se opta por una isla central, esta podría funcionar como zona de operaciones, encimera y mesa, y disponer el mobiliario y zona de trabajo alrededor de ella y pegado a la pared.
Zona de cocción junto a la ventana
En este caso, se puede planificar todos los muebles alrededor de la pared, a la vez que potenciamos el famoso triángulo que permite cocinar y trabajar cómodamente. Para aprovechar la luz de la ventana, se deja la zona de cocción junto a ella y se aprovecha el formato columna para incluir los electrodomésticos.
Distribución en forma de L
La distribución en forma de L es muy efectiva, ya que, en este caso se puede dejar el centro de la cocina libre, un espacio que nos permitirá trabajar cómodamente y sin obstáculos.