VÍDEO BLOG #Miedodequé?: El ‘temazo’ no es quién plancha… sino quién nos gobierna, por Víctor J. Hernández Bru.
Mientras el gobierno practicaba la más desvergonzada y descarnada sangría para con los sufridos contribuyentes, con un tarifado de ésos que si hubiera ido con sello del PP y no digamos nada de Vox habría conllevado varias alertas antifascistas y no pocos ‘rodea al Congreso’ de sindicatos, colectivos, asociaciones, chiringuitos y demás organizaciones de comedores de gambas con dinero ajeno, la vicepresidenta que definió el Rocío como una explosión de la Primavera en el Mediterráneo, sin empacho alguno por haber colocado a la aldea almonteña, onubense ella, en el Mare Nostrum de los romanos, la inefable Carmen Calva, seguía a lo suyo.
Poco le importa a este adalid del #escudosocial y otras zarandajas socialcomunistas con las que engañar a los bobos que se dejan, que hoy haya miles de familias, quizás debería decir millones, haciendo cábalas sobre cómo soportar este nuevo leñazo impositivo.
Desde luego a ella le es bastante más capital el hecho de discernir quién plancha en cada casa y no el que haya que ponerse el despertador a las dos de la mañana para hacerlo, dados los precios que le han puesto a la electricidad en el resto de franjas horarias.
Que el feminismo actual es un cuento chino, un engañabobos para distraer a quienes se dejan rapar el cerebro un día si y otro también es algo ya sabido por todos, pero que este fantoche político lo siga utilizando al lado de una medida de la desfachatez que tiene esta del sablazo eléctrico no deja lugar a la duda sobre la miseria intelectual y sobre todo humana del personaje.
Poco se puede esperar de la autora de frases como “deseo que la Unesco legisle para todos los planetas” (año 2005); “el dinero público no es de nadie (2004); “un concierto de rock en español hace más por el castellano que el Instituto Cervantes (2004); “he sido cocinera antes que ‘fraila’”; “yo trabajo en el ámbito privado; soy funcionaria”; o sin duda aquella por la que pasará a la posteridad, cuando a unas palabras del senador Van Halen, rematadas con un “Carmen Calvo dixit”, respondió “señoría, usted para mí nunca será Van Halen ‘Dixi’ ni ‘Pixi’”, en una chiripitifláutica mezcla entre la lengua de los romanos y los dibujos animados de gatos y ratones.
La enumeración que acabo de hacer no es más que una simple selección de las gilipolleces expresadas por una señora con la que cinco minutos de conversación bastan para hacer caer a cualquiera en un mar de dudas acerca del origen de los títulos que la sujeto en cuestión dice poseer.
Quizás el quid de la cuestión esté en la relación entre la política y la obtención de títulos, cargos y prebendas; quizás el ‘temazo’ no sea quién plancha, sino quién nos está gobernando.
