La final acogió a cuatro alumnos de 5º y 6º de Enseñanzas Profesionales del Conservatorio de Almería, de las especialidades de flauta, violín, piano y percusión.
Almería tiene músicos de gran talento como se comprobó en la tarde de este pasado domingo, en la final del VII Concurso Manuel del Águila de Jóvenes Solistas, organizado por el Real Conservatorio Profesional de Música de Almería (RCPMA), colaborando el Área de Cultura del Ayuntamiento de la capital.
El Auditorio Municipal Maestro Padilla acogió la final, dentro de las medidas de la cultura segura, y en ella los cuatro músicos, divididos en dos categorías, y que provinieron de las especialidades de flauta, violín, piano y percusión, interpretaron sus obras como solistas acompañados por la Orquesta y Banda de Alumnos de 5º y 6º de Enseñanzas Profesionales del Conservatorio, dirigidos por su profesor Francisco Román y por la Banda de la Agrupación Musical San Indalecio, con Juan José Navarro como director.
Fue un delicioso concierto-concurso, donde cada uno de los finalistas deleitó con dos piezas que hicieron las delicias de los asistentes, que llenaron el auditorio. El ganador en la categoría A fue Raúl Delgado (flauta), mientras que la finalista fue Isabel Santander (violín). Por su parte, en la categoría B, el ganador fue Alberto Quirante (piano), y finalista fue Jesús Salcedo (percusión).
El certamen tuvo una primera fase en diciembre de 2019, pero la final no se pudo celebrar, como estaba previsto, en mayo de 2020, a causa del confinamiento y las restricciones derivadas del Estado de Alarma por la pandemia del Covid-19. Tras muchas vicisitudes, el espíritu de la música se impuso y se consiguió organizar este tan deseado evento.
El Concurso de Jóvenes Solistas se viene celebrando desde el año 2013, bajo el objetivo impulsar el desarrollo artístico de los alumnos de Enseñanzas Profesionales del Conservatorio almeriense, haciendo posible para ellos una experiencia tan atractiva como es tocar como solistas con una orquesta o con una banda.
Cuenta con el patrocinio de la Asociación Cultural Manuel del Águila y de Cajamar, además de las casas de Música Ritmo y Asensio, de la AMPA Santa Cecilia del Conservatorio de Música y tiene el apoyo del Ayuntamiento de la capital, que cede el Auditorio Maestro Padilla para la celebración de la final-concierto.
