El empresario y exconcejal del Ayuntamiento de El Ejido protagonizó la entrevista en profundidad de esta semana a los mandos de un #BMW en #BMWAFondo, en la que habló de experiencias personales tanto en el ámbito empresarial como político y también del caso Poniente que afecta al consistorio ejidense y que se está celebrando actualmente un macrojuicio por aquella trama de corrupción. Con el patrocinio de BMW Automotor Costa.
Nueva semana en BMW A Fondo, en el que el protagonismo de esta entrevista en profundidad ha sido el empresario y exconcejal del Ayuntamiento de El Ejido, Gerardo Palmero, en la que habló de experiencias personales tanto en el ámbito empresarial como político y también del caso Poniente que afectaba al consistorio del municipio ejidense y sobre el que se está celebrando actualmente un macrojuicio.
Gerardo Palmero analizó los pasos que había dado en política como concejal del Ayuntamiento de El Ejido, sobre dichos eventos y proyectos que se llevaron a cabo, Palmero detalló que «yo creo que ayudamos en la consecución de que El Ejido encontrase sus propias raíces y en quince años ha habido tiempo para poder presentar estos proyectos, hacerlos realidad y que El Ejido se fuese conformando poco a poco, y ese granito de arena fue a consecuencia de un equipo humano que se volcaron para que culturalmente El Ejido tuviera su propio hueco en el panorama cultural de esta provincia».
Por otro lado, Palmero también hizo mención sobre por qué abandonó la política, acerca de lo que explicó que «me voy por la Operación Poniente, porque, desgraciadamente, once años después sale el juicio, y me voy por mi forma de entender lo que es la política, asumo mi responsabilidad política desde dos vertientes, intentando comprobar que no vale todo y la política tiene que tener límites, ética y moral, y fue una época compleja y bajo mi entender creía que tenía que dar ese paso».
Además, Palmero se detuvo a explicar que «estamos en una línea difusa que nos confunde a todos, la presunción de inocencia va por delante y jamás se me ocurriría juzgar a nadie, pongo el ejemplo de que si un educador es investigado por pederastia, ¿qué se hace con esa persona? No podemos crucificarla, tenemos que proteger por la presunción de inocencia, pero también que apartarla porque existe un peligro social y es el levantamiento de unos padres que no quieren que esa persona estén llevando la educación, es un ejemplo quizás no válido».
Palmero también añadió que «los partidos políticos deberían de dar un paso adelante, teniendo unas normas éticas en las que, desde el momento en el que alguien fuese investigado judicialmente, esa persona debería ser apartada, pero por un código ético firmado por ambas partes, ya que, o vamos por delante, o tenemos lo que hay actualmente, como es una sociedad difusa, con valores contrapuestos, echándose la culpa unos a otros de quién es más corrupto».
Por otro lado, el exconcejal del Ayuntamiento ejidense entró más en profundidad sobre la Operación Poniente, acerca de lo que manifestó que «fuimos incapaces de pedir perdón a la sociedad, simplemente sin más ataduras, solo por el escándalo que se armó, nadie salió para pedir perdón porque El Ejido no se merecía esto».
Sobre la posibilidad de que hubiese personas en el equipo de Gobierno que no supieran lo que ocurría en el consistorio ejidense con respecto a la Operación Poniente, Gerardo Palmero aseguró que «evidentemente, ese era uno de los factores por lo cuales yo dimití, ya no me enteré de lo que pasaba y yo asumí mi responsabilidad.»
